Kiko vive engañado
Por Fernando RUIZ DEL CASTILLO
Torpemente, como si los bajacalifornianos fueran tontos, desde el Gobierno de Baja California pretenden vendernos la idea de que con la llegada de Francisco Vega de Lamadrid a la gubernatura las cosas han mejorado en el Estado.
Concretamente hay que decirlo, en materia de seguridad pública.
Y son tan torpes quienes desde las oficinas gubernamentales evalúan con desdén la opinión ciudadana que se atreven a mentir y en su mentira manipular las cifras que le entregaron ayer al jefe del Ejecutivo Estatal para que leyera durante su discurso con motivo del Día del Ejército.
Desde el pódium, ante autoridades militares e invitados, Vega de Lamadrid dijo en su discurso que como “resultado de la coordinación entre los tres órdenes de gobierno, en Baja California se han disminuido los índices delictivos en un 28% entre el 2008 y el 2014, lo que significa un importante logro en esta materia”.
Vega de Lamadrid no mintió del todo porque, de acuerdo con la estadística oficial de la Secretaría de Seguridad Pública, del 2007 contra el 2014 la cifra total de delitos se redujo de 129 mil a 107,000 (en números redondos), lo que representan no el 28% que dice el Gobernador sino un 20% aproximadamente.
Sin embargo, en el afán de ocultar la realidad, sus asesores le obligaron a utilizar comparativamente estadísticas que no corresponden a su gobierno, sino que son logros en todo caso de la anterior administración estatal que encabezó José Guadalupe Osuna Millán.
Porque si de números hablamos de lo que ocurrió durante el 2013 y el 2014, lamento informarle al señor Gobernador que le engañaron o bien lo utilizaron para tratar de manipular la percepción ciudadana de que “vamos bien”.
Según las tablas oficiales que aparecen en el página de internet de la SSPE y contrario a lo que hicieron pensar al gobernador, el número de delitos totales en Baja California se han incrementado en alrededor de 3 mil denuncias; es decir, de 104,029 delitos reportados en el 2013 subió a 107,884 en el 2014.
Es decir, al comparar el 2013 –último año de Osuna Millán- con el 2014 que fue el primer año de Kiko Vega, el número de denuncias se incrementó en casi 4 mil delitos.
Lo más grave es que como si ocultándole la verdad, hicieran quedar bien al Gobernador del Estado, pero además como si la ciudadanía no sintiera y viviera en carne propia el ambiente de inseguridad que prevalece en los últimos meses en Baja California.
Un ambiente que ya ha sido denunciado por el sector empresarial del Estado que también tiene el pulso de lo que pasa en materia de secuestros, robos con violencia, asaltos, etcétera, porque como el resto de la sociedad, lo vive en carne propia.
Las cifras son duras y son oficiales y nos revelan que en el primer año de gobierno de Vega de Lamadrid los delitos que se han incrementado son los violentos como robo de vehículos, a casa habitación, a comercio y en la vía pública.
De igual manera los delitos patrimoniales y aquéllos que más lastiman y dejan marcados a quienes lo sufren y sus familias, como el secuestro que pasó de 33 a 41 y la violación que de 564 pasaron a 679.
No son buenos resultados como le hicieron ver al gobernador para que lo dijera, como lo hizo, en su discurso ante las fuerzas armadas.
La realidad nos demuestra que la inseguridad ha regresado a Baja California y que el Gobierno del Estado con el gobernador al frente, no podrán hacer nada en tanto, como los alcohólicos y drogadictos, no reconozcan primero que están enfermos de soberbia.
Es cuánto.
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