Ajo y Agua

Evaluación de mitad de trienio

Por: Javy Malacara

En la industria privada  aquellos que se dedican a cuidar las bolsas y la economía de la empresa, normalmente  hacen  una evaluación cada tres meses a los empleados que ostentan los puestos  tanto de directores, como de supervisores y jefes de áreas, mientras el dueño  evalúa a los gerentes y sub-gerente.

Pues parece que el alcalde del  VI ayuntamiento de Playas de Rosarito, Silvano Abarca Macklis, el día de hoy tomó la decisión de evaluar a todos aquellos que están incrustados en la nómina municipal, y fueron citados para el día sábado 20 de junio, en el hotel Puerto Nuevo Baja, que se encuentra ubicado al sur del municipio, en punto de las nueve de la mañana. El pretexto de la invitación fue para la “Actualización del Plan de Desarrollo”, donde se evaluaran las metas que se fijaron al principio de la administración.

Tal pareciera que mañana saldrán chispas y uno que otro va a sentir que el alma se le va al cielo, ya que la mayoría está acostumbrado a vivir de la ubre gubernamental, dicen las malas lenguas que uno de los que el alcalde lleva en la lista negra para la evaluación de mañana es el director de Obras y servicios municipales, al Arquitecto Arnoldo Olivarria, ya que como encargado de limpiar la ciudad ha quedado a deber mucho, el departamento de bacheo ha trabajado de una manera irresponsable y en muchas ocasiones ha brillado por su ausencia.

El otro director al que se le ha venido la noche, es el licenciado Carlos Peraza Vergara, que se renta en el ayuntamiento como el titular de desarrollo social, al parecer ya lo trae en la mira de unos meses para acá, pero  la gota que derramó el vaso,  fue la transferencias de recursos a su dependencia por más de  un millón de pesos, lo que se convertiría en una ampliación a algunos salarios de empleado, que por cierto algunos regidores se inconformaron y terminaron por declarar un receso,  porque los ediles llegaron a sentirse como “Hans Pujenhaimer”  aquel  holandés que personificaba Eugenio Derbez, que rezaba la frase “que alguien me explique” porque no encontraban el motivo de tal transferencia y mucho menos el beneficio.

Otro de los que al parecer va a tener la mano cargada es el director de la policía municipal, Joaquín Olea Pérez, que por cierto en la sesión de cabildo también tuvo algunos cuestionamientos muy agresivos, ya que esperaban que les transfirieran arriba de 5 millones de pesos para cubrir la nómina de la policía comercial, ya que ni fue proyectada en la ley de egresos, y tampoco ha ganado para ser autosuficiente, si a eso le agregamos los delitos de alto impacto que se han venido dando en estos últimos días, sin contar que según algunos regidores siguen esperando el plan de trabajo del director, ya que desde que entro a la fecha no se los ha hecho llegar y ya comenzaron a tener duda de su voto para que el llegara al puesto.

Pues esperemos que el alcalde Silvano Abarca Macklis, tome las riendas de ciertas posiciones y si sus empleados que no llegaron a la meta de lo que se planeó al principio de la administración pues entonces salgan  y se vaya a su casa, porque si hacemos una evaluación de costo-beneficio hay más de 9 que le quedan a deber a los rosaritenses, y si no pasa nada pues entonces a todos los ciudadanos no les va a quedar de otra que Ajo y Agua, así es Ajo…derse y Agua…ntarse.

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