Cero Grados.-En lugar de buscar culpables, un gobernante responsable debe actuar con nobleza, honestidad y apertura para escuchar los reclamos de la gente, reconocer los propios errores y en consecuencia responder a las exigencias sociales, sentenció la diputada federal Nancy Sánchez Arredondo.
“Culpar de los problemas del Estado a la Federación refleja una gran irresponsabilidad que no contribuye a resolver la grave crisis económica, social y política por la que atraviesa Baja California, menos aun cuando el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto no ha escatimado esfuerzos ni recursos por apoyar a la administración de Francisco Vega de Lamadrid”, subrayó.
La legisladora federal respondió así a las declaraciones del jefe del ejecutivo estatal de Baja California, quien acusó al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto de ser responsable al menos por cinco acciones, de las expresiones de inconformidad que se han registrado en el Estado a partir de enero pasado.
La autoridad estatal debe entender, dijo, que la cerrazón no es el camino, menos el trasladar culpas a otros niveles de gobierno y hay que recordarle al jefe del Ejecutivo Estatal que los gobiernos nacen de lo local, que todo lo que en su estado pase y no pase es de su absoluta responsabilidad.
La también secretaria de la Frontera Norte del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, recordó que desde la LXIII Legislatura en lo personal ha sido testigo del interés que el gobierno del presidente Peña Nieto ha dado a los temas que tiene que ver con la frontera y específicamente con Baja California.
La administración federal, dijo, ha estado abierta a la negociación para no afectar los recursos, programas y acciones del gobierno del Estado.
La diputada Sánchez Arredondo invitó al gobernador Vega de Lamadrid a hacer un ejercicio de retrospectiva de su gobierno, sobre el que pesan serias acusaciones de corrupción, opacidad, nepotismo, favoritismos y una incapacidad en su gabinete, con algunas honrosas excepciones.
“Creo que un poco de nobleza por parte del Ejecutivo Estatal ayudaría a entender y comprender mejor las expresiones sociales; tal vez hasta contribuiría a reencontrarse con los bajacalifornianos todos, no sólo con unos cuantos simpatizantes de su partido que por conveniencia le siguen apoyando”, dijo.
Reconoció que el gobernador Vega de Lamadrid derogó una ley del Agua que nació sin consenso y dio marcha atrás a algunas medidas impopulares pero igualmente impuestas de manera arbitraria, aunque es evidente que la gente no está conforme.
“Hay peticiones y exigencias ciudadanas que no pueden dejar de escucharse en las que se denuncia una evidente soberbia para gobernar, una creciente corrupción, una sospechosa opacidad, orfandad en los sectores productivos qué se maquillan con notas periodísticas y claros conflictos de interés, independientemente de la falta de atención en las comunidades más marginadas del Estado”, denunció.
Con todo respeto, subrayó, habrá que pedirle al gobernador Vega de Lamadrid que abandone su papel de víctima, deje de buscar culpables, resuelva los problemas graves que vive el Estado en materia de inseguridad, irritación social, corrupción, falta de transparencia, entre otros.
Es tiempo, a poco más de la mitad del camino en su sexenio, que asuma su responsabilidad como titular del Ejecutivo porque ya no es el candidato de un partido político que ha dejado de ser una opción política para convertirse en un coto de poder para un círculo muy cerrado de amigos, compadres y familiares del gobernante en turno, puntualizó.
Y sintetizó: “Urge nobleza para reconocer las fallas y aceptar que las acciones de Gobierno no sólo deben respaldarse con el peso de la autoridad. Es urgente que el Gobernador escuche a la gente”.
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