Cero Grados.-El Consejo Coordinador Empresarial aseveró que
“una decisión eminentemente técnica, como es la ubicación de un Aeropuerto, no
debe ser sometida a consulta ciudadana”.
Esto, a unos días de la realización de una consulta
impulsada por el equipo de Andrés Manuel López Obrador, para definir si se
sigue construyendo en Texcoco el Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
“El ejercicio propuesto por el equipo de transición para
consultar a los ciudadanos acerca de la ubicación y construcción del Aeropuerto
Internacional de México, además de ser inadecuado como mecanismo para la toma
de decisiones, no es jurídicamente válido ni tiene sustento legal. No se
circunscribe a las condiciones establecidas en la fracción VIII del artículo 35
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ni en la Ley
Federal de consulta Popular. En los términos en que está planteada, la consulta
no tiene ninguna validez ni consecuencia jurídica y por ende no puede ser
considerada legalmente vinculante”, sostuvo el CCE.
Señaló que, además, “tal y como está planteada la consulta
no ofrece garantías claras de imparcialidad, objetividad y seguridad.
Adicionalmente, tiene un marcado sesgo en su formulación y planteamiento de
desarrollo hacia una de las opciones puestas a consideración, lo que la
deslegitima como instrumento neutral de consulta efectiva a la ciudadanía”.
El consejo lamentó que “a muy pocos días de la consulta, los
criterios técnicos de su diseño no se han detallado ni sometido a revisión de
especialistas. No se ha explicado a profundidad, por ejemplo, el criterio para
la selección de los municipios, ni la ubicación de las mesas en cada uno de
ellos, y cómo esto generaría una muestra balanceada”.
“Tampoco se han explicado, en caso de existir, qué medidas
de seguridad se tomarán para evitar el acarreo, compra de votos, duplicidad en
los votantes, así como asegurar la transparencia e imparcialidad en el cómputo
de los votos. Adicionalmente, no se ha establecido un umbral mínimo de votos
para que la consulta resulte válida”, añadió.
Otro punto que se desconoce es si existirá o no una
encuesta, quién la realizará y qué ponderación se daría a sus resultados, en
comparación con los resultados de la consulta física.
Criticó que “los actores a cargo de la consulta, y los
mismos materiales informativos desarrollados por ellos, han demostrado un sesgo
favorable hacia una de las opciones.
La información presentada sobre el
proyecto de Texcoco es -cuando menos- parcial e incompleta, no toma en cuenta
los pronunciamientos y argumentos de organismos importantes como los Colegios
de Ingenieros, la Asociación de Pilotos, MITRE y otras instituciones igualmente
prestigiadas.
Adicionalmente, se ha señalado que varios de los miembros del
Comité Técnico a cargo de la consulta han expresado públicamente su opinión a
favor de la opción de Santa Lucía, dañando gravemente las posibilidades de
equidad en el ejercicio”.
Por todo esto, los empresarios manifestaron que “no existen
las condiciones mínimas necesarias para que esta consulta pueda considerarse un
ejercicio imparcial y objetivo”.
“Reafirmamos nuestra posición en contra de que los
resultados de la consulta sean la base para la toma de decisiones en un tema de
gran complejidad técnica y cuyas consecuencias podrían generar altos costos
para el patrimonio nacional, tanto en términos monetarios como de oportunidades
de desarrollo desperdiciadas”, recalcaron.
Los empresarios agrupados en el CCE reiteraron su posición
de que debe continuarse la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en
Texcoco, dado que se ha demostrado por innumerables estudios técnicos durante
más de 20 años, que resulta la opción más viable para resolver el problema de
saturación del actual Aeropuerto.
“El NAIM es, sin duda, una obra indispensable para detonar
la competitividad de México, pero también tiene el potencial de convertirse en
un proyecto con alto valor social para el área…
Reiteramos nuestra recomendación de continuar la obra del NAIM,
independientemente de poder revisar el esquema de costos, siempre y cuando no
quede comprometida la funcionalidad del aeropuerto”, expusieron.
“La cancelación del NAIM tendría implicaciones jurídicas y
financieras con acreedores y contratistas, pero especialmente riesgos
reputacionales y de confianza en perjuicio de México y de futuros proyectos de
gran envergadura, que requieren inversión nacional e internacional. Podría
incluso significar un alto costo para la economía mexicana, que ya enfrenta
señales negativas de algunas calificadoras ante pronósticos alarmantes en
algunas áreas. Una eventual cancelación, además, que sea fruto de una consulta
que no cumple con requisitos legales mínimos, brinda una clara señal de
desconfianza”, finalizaron los empresarios.
Fuente: https://aristeguinoticias.com
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