Expediente Político
Por.- Alfredo Calva
Rumbo extraviado….
Durante el proceso político electoral del año que recién concluyó, Araceli Brown Figaredo, en ese entonces candidata a la alcaldía de Playas de Rosarito, por el entuerto partidista Morena-PT-PVEM-PES, se arropó con la alucinada promesa harto decantada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, “El gobierno de la cuarta transformación", mejor conocida como la 4T.
Para lograr su objetivo, armó un paquete de promesas, sonrisas y cortesías para los electores, eliminó a todas las personas que le recordaran o la vincularan a situaciones incomodas de su vida, creo y mantuvo a su lado un circulo de lambiscones, sus peroratas estuvieron atiborradas de egolatría y megalomanía y, pretendió fincar en los rosaritenses la idea de que su opinión debe ser tomada como verdad única.
A lo anterior y ya como titular del ejecutivo municipal añadió a sus tácticas la cerrazón e intolerancia, las que le afloran con suma facilidad en las sesiones de cabildo, o en las reuniones que realiza en las diversas colonias y fraccionamientos, especialmente, cuando es exigida por los ciudadanos por la falta de servicios, infraestructura urbana, el pésimo trabajo en el combate a la inseguridad y los actos de corrupción que se han registrado en los 107 días de su gobierno.
El gobierno transformador tan cacareado y prometido a los rosaritenses no se vislumbra, para los ciudadanos del quinto municipio en el horizonte público gubernamental solo se otea el desorden, un gobierno sin rumbo, sin liderazgo y con el poder político entregado a quiénes han sido sus mecenas, un sector del transporte público liderado por las empresas Quinto Municipio y Transportes Amaro.
Brown Figaredo no ha tenido la capacidad ni la voluntad política para implementar políticas públicas que le permitan revertir los problemas que heredó del corrupto gobierno de Mirna Rincón Vargas, hasta el momento
todo ha sido simple simulación, especialmente en materia de seguridad y combate a la corrupción, los dos flagelos sociales que se desarrollaron exponencialmente en el VII Ayuntamiento, gracias a la protección y fomento de Rincón Vargas y a la omisión e indolencia del Sindico Procurador, Miguel Ángel Vila.
Han transcurrido 107 días de gobierno y la promesa de la cuarta transformación se va convirtiendo en una burda utopía de Araceli Brown, sus acciones gubernamentales evaluadas a través del estudio demoscópico llevado a cabo por la empresa encuestadora EXPLORA, quien analizó a cada uno de los cinco alcaldes del estado en los 100 días de estar ejerciendo su mandato, la rosaritense obtuvo la calificación más baja en el estado.
De acuerdo a EXPLORA, Araceli Brown Figaredo, con base en la opinión de sus gobernados consultados, solo alcanzó una calificación de 3.9, por abajo del presidente municipal de Ensenada, Armando Ayala, quien al igual que la edil rosaritense fue reprobado por sus conciudadanos al lograr una calificación de 5.3.
A diferencia de Ayala y Brown, que son rechazados por sus gobernados debido a la incapacidad mostrada para resolver los problemas que heredaron, como la inseguridad, corrupción y malas finanzas, pero que en campaña prometieron y se comprometieron a solucionar y han fracasado, los alcaldes que lograron brincar la cifra de aprobación fueron; el de Tijuana, Arturo González Cruz, con una calificación de 6.1; Zulema Adams del municipio de Tecate, se llevo un 6.5 y la alcaldesa de la capital del estado, Marina del Villar, obtuvo el primer sitio con un 6.9.
Sin duda, cuando gobernante y gobernados se encuentran disociados, debido a que la autoridad ejerce una línea política de oídos sordos, intolerancia y cerrazón, encontrando los ciudadanos en ellos solo desinterés e irresponsabilidad hacia los problemas que sufren como comunidad, estos se tornan difíciles de solucionar y agrava la situación y afectación ciudadana, degradando la credibilidad y confianza en el gobernante.
De continuar con su política equivocada, si no corrige el rumbo y sentido de su administración Araceli Brown Figaredo, pasará de un gobierno de la cuarta transformación, a un gobierno de transformación de cuarta.
En ella está.
Y mientras tanto….
La alcaldesa Araceli Brown Figaredo, espera con paciencia que se cumplan los 100 días, hábiles, de su mandato, para rendir cuentas a sus gobernados.
Por.- Alfredo Calva
Rumbo extraviado….
Durante el proceso político electoral del año que recién concluyó, Araceli Brown Figaredo, en ese entonces candidata a la alcaldía de Playas de Rosarito, por el entuerto partidista Morena-PT-PVEM-PES, se arropó con la alucinada promesa harto decantada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, “El gobierno de la cuarta transformación", mejor conocida como la 4T.
Para lograr su objetivo, armó un paquete de promesas, sonrisas y cortesías para los electores, eliminó a todas las personas que le recordaran o la vincularan a situaciones incomodas de su vida, creo y mantuvo a su lado un circulo de lambiscones, sus peroratas estuvieron atiborradas de egolatría y megalomanía y, pretendió fincar en los rosaritenses la idea de que su opinión debe ser tomada como verdad única.
A lo anterior y ya como titular del ejecutivo municipal añadió a sus tácticas la cerrazón e intolerancia, las que le afloran con suma facilidad en las sesiones de cabildo, o en las reuniones que realiza en las diversas colonias y fraccionamientos, especialmente, cuando es exigida por los ciudadanos por la falta de servicios, infraestructura urbana, el pésimo trabajo en el combate a la inseguridad y los actos de corrupción que se han registrado en los 107 días de su gobierno.
El gobierno transformador tan cacareado y prometido a los rosaritenses no se vislumbra, para los ciudadanos del quinto municipio en el horizonte público gubernamental solo se otea el desorden, un gobierno sin rumbo, sin liderazgo y con el poder político entregado a quiénes han sido sus mecenas, un sector del transporte público liderado por las empresas Quinto Municipio y Transportes Amaro.
Brown Figaredo no ha tenido la capacidad ni la voluntad política para implementar políticas públicas que le permitan revertir los problemas que heredó del corrupto gobierno de Mirna Rincón Vargas, hasta el momento
todo ha sido simple simulación, especialmente en materia de seguridad y combate a la corrupción, los dos flagelos sociales que se desarrollaron exponencialmente en el VII Ayuntamiento, gracias a la protección y fomento de Rincón Vargas y a la omisión e indolencia del Sindico Procurador, Miguel Ángel Vila.
Han transcurrido 107 días de gobierno y la promesa de la cuarta transformación se va convirtiendo en una burda utopía de Araceli Brown, sus acciones gubernamentales evaluadas a través del estudio demoscópico llevado a cabo por la empresa encuestadora EXPLORA, quien analizó a cada uno de los cinco alcaldes del estado en los 100 días de estar ejerciendo su mandato, la rosaritense obtuvo la calificación más baja en el estado.
De acuerdo a EXPLORA, Araceli Brown Figaredo, con base en la opinión de sus gobernados consultados, solo alcanzó una calificación de 3.9, por abajo del presidente municipal de Ensenada, Armando Ayala, quien al igual que la edil rosaritense fue reprobado por sus conciudadanos al lograr una calificación de 5.3.
A diferencia de Ayala y Brown, que son rechazados por sus gobernados debido a la incapacidad mostrada para resolver los problemas que heredaron, como la inseguridad, corrupción y malas finanzas, pero que en campaña prometieron y se comprometieron a solucionar y han fracasado, los alcaldes que lograron brincar la cifra de aprobación fueron; el de Tijuana, Arturo González Cruz, con una calificación de 6.1; Zulema Adams del municipio de Tecate, se llevo un 6.5 y la alcaldesa de la capital del estado, Marina del Villar, obtuvo el primer sitio con un 6.9.
Sin duda, cuando gobernante y gobernados se encuentran disociados, debido a que la autoridad ejerce una línea política de oídos sordos, intolerancia y cerrazón, encontrando los ciudadanos en ellos solo desinterés e irresponsabilidad hacia los problemas que sufren como comunidad, estos se tornan difíciles de solucionar y agrava la situación y afectación ciudadana, degradando la credibilidad y confianza en el gobernante.
De continuar con su política equivocada, si no corrige el rumbo y sentido de su administración Araceli Brown Figaredo, pasará de un gobierno de la cuarta transformación, a un gobierno de transformación de cuarta.
En ella está.
Y mientras tanto….
La alcaldesa Araceli Brown Figaredo, espera con paciencia que se cumplan los 100 días, hábiles, de su mandato, para rendir cuentas a sus gobernados.
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