Para evitar una EDA, la recomendación es lavarse las manos con agua y jabón antes y después de ir al baño, así como, antes de preparar o comer cualquier alimento.
Además, es necesario lavar y cocer bien los alimentos, al igual que los utensilios de cocina, e implementar el estornudo de etiqueta al toser o estornudar cubriendo nariz y boca con la parte interna del codo.
La responsable del programa de nutrición, IRAS y EDAS, expresó que los menores de 5 años son los más susceptibles a este tipo de enfermedades: “Las EDAS pueden ser mortales si se agravan, por lo que es indispensable identificar signos de alarma de forma oportuna”.
De igual manera, explicó que un menor con una EDA se deshidrata, por lo que puede presentar sed intensa, ojos hundidos, vómito, fiebre, llanto sin lágrimas, evacuaciones continuas: aguadas o líquidas, y en los casos más graves, esta diarrea puede presentarse con sangre; en ese caso es urgente acudir al Centro de Salud más cercano a su domicilio.
Una vez identificada la EDA, es importante actuar a tiempo y ofrecer al menor vida suero oral, mínimo media taza después de cada evacuación o vómito si se trata de un niño menor de 12 meses; sin embargo, si se trata de un niño mayor de 1 año, se le debe dar una taza de este suero.
Es importante mencionar que, si persiste el malestar, se debe esperar 10 minutos y posteriormente seguir dando líquidos más despacio.
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