Por: JAVIER SICILIA
Uno de los graves problemas para salir de la crisis que vivimos es la inmensa lejanía entre la clase política y la realidad del país. El gobierno de Enrique Peña Nieto, los gobiernos estatales y los partidos no sólo se niegan a asumir la emergencia nacional y la tragedia que sufre México, sino que se empeñan en creer que estamos bien y que tienen el control de la nación. La realidad que afrontamos los mexicanos es, sin embrago, otra: la ausencia de un Estado cuya condición primera, la que le da sentido –la paz y la justica—, es casi inexistente.