miércoles, 19 de febrero de 2014

Expediente Político

Por.- Alfredo Calva
El Junior (segunda parte)


Cuando se le pone precio a la conciencia y a la dignidad, se pierde la capacidad de decisión independiente, se transforma quien cede, en un simple ente que es manejado al antojo por quien cubrió la taza con que se valoro, y un claro ejemplo de ello son siete de los regidores (conocidos como los siete magníficos) integrantes del cabildo del VI Ayuntamiento de Playas de Rosarito.

Rosa María Plasencia, Arturo Granado, Maximiliano García, Carlos Ortega, Lilia Antonieta Huerta, Gregorio Madrigal y Raúl de Jesús Peralta, representantes de los partidos PRI, PRD, PANAL, PVEM, PES y MC, respectivamente, comercializaron su sufragio con el alcalde rosaritense, Silvano Abarca.

Con este intercambio, votos por empleos, Silvano Abarca, logro sacar avante en sesión de cabildo celebrada el pasado viernes 14, la creación de la delegación municipal Centro y con ello, dar cumplimiento a su compromiso con el dirigente estatal de la CTM Eligio Valencia Roque, de dar empleo al imberbe de su junior, Eligio Valencia López.

En nuestra entrega de fecha siete de enero pasado, señalábamos el compromiso soterrado entre el alcalde rosaritense Silvano Abarca Macklis y el dirigente estatal de la CTM en Baja California, Eligio Valencia Roque, para la creación de un espacio en el gobierno local para el Junior del líder cetemista, Eligio Valencia López.

Señalábamos, que por ser hijo del líder estatal de la CTM, Eligio Valencia Roque, éste, en uso de sus potestades políticas lo incrusto sin ser residente de Rosarito, como suplente de regidor del VI Ayuntamiento, Arturo Granado Juárez, y por capricho del junior, lo pretendía convertir en coordinador de delegaciones municipales en el gobierno de Silvano Abarca.

Para ello, en los primeros días del pasado mes de enero, Silvano Abarca, a través de su ¨operador¨ Fernando Serrano, prepararon el guion del vodevil que intentaron subir a sesión de cabildo, para obtener la aprobación de los regidores a quienes intentarían sorprender, sin embargo, al emerger la información antes de tiempo a la opinión pública y enterarse por ese medio los regidores, Silvano y coreutas recularon y dejaron que el tiempo enfriara el asunto, para volverlo a intentar.

Los siete magníficos (regidores) se dieron cuenta de la gran oportunidad que se les presentaba para obtener más posiciones para parientes, amigos, amantes o lo que se les atraviese, lo importante era obtener sitios, lo que lograron en la negociación con el alcalde a cambio de su voto para la creación de la delegación Centro, sin importar que no se tienen los recursos económicos para ello.

El sustento para hacer más obesa la administración de Silvano Abarca, corrió por cuenta del asesor de los siete magníficos, licenciado Héctor Huerta, quien elaboro el libreto del vodevil con que actuaron en la sesión de referencia con singular enjundia Rosa María Plasencia, Maximiliano García, Lilia Antonieta Huerta y Carlos Ortega, ante el rechazo de sus restantes compañeros de cabildo, Tomas de la Rosa, Fátima Manríquez, Suldma Beltrán y Jorge Arévalo, todos pertenecientes al PAN.

El libreto escrito por Héctor Huerta, a contentillo de Eligio Valencia padre, cuenta con serios errores técnicos y parlamentarios, el simple hecho de no pasar por las comisiones de legislación, hacienda, administración, etc, lo importante era que el líder cetemista y Silvano Abarca quedaron satisfechos, y que los títeres legislativos municipales lo siguieran al dedillo para obtener la aprobación, como así sucedió. 

No hay dinero para más burocracia, lo saben los regidores, pero no les importa, su prioridad no es una buena administración, su interés primario es obtener sus satisfactores personales, los rosaritenses deben y tienen que esperar.  
En política todos tienen precio.

Solo hay que saber cuál es.
Para cumplir con los compromisos.

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