Periodismo y capos
Un video más
SG y las carriolas
¿Pacto presupuestal?
Julio Hernández López
El licenciado Peña Nieto se esmera en difundir a nivel
internacional una visión paradisiaca de su Nuevo México (estado de Estados
Unidos con capital en Santa Fe) en cuanto foro y con cuanto personaje le es
posible, mientras en la realidad nativa la Secretaría de Gobernación se
esfuerza por convencer a los mexicanos de que son necesarios ciertos excesos en
cuanto a vigilancia y seguridad pública porque la cosa sigue estando grave.
Doctoral y doctrinal, el antedicho lic. EPN se manifestó en
la plenaria de la Organización de Naciones Unidas para abogar por el respeto y
la buena atención a los pueblos indígenas, no sólo a los mexicanos (tan
maltratados y olvidados por los gobiernos federales, en el pasado y en el
presente), sino (¡qué caray, faltaba más!) a los de todo el mundo. La agenda
del político mexicano en Nueva York estuvo repleta de encuentros deslumbrantes
para efectos propagandísticos. Ante miembros de The Economic Club de la
multicultural urbe donde sesiona la ONU, el viajero EPN aseguró que México es
un lugar seguro y confiable para invertir. Ah, también se tomó una foto con
Robert de Niro, receptores ambos, entre otros, del premio Ciudadano Global
asignado por el Atlantic Council (la última ocasión en que EPN apareció junto a
una celebridad cinematográfica se hizo un importante pago al actor Kevin Spacey
para que se prestara al truco publicitario).
En la capital del país, mientras tanto, Roberto Campa
Cifrián, un ex elbista que con años de anticipación se desligó de la cacica y
ahora es subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana en Bucareli,
acabó reconociendo involuntariamente que hay tanto peligro en las calles y
plazas que es inevitable la aplicación de medidas como la revisión manual
directa de infantes en actos como el pasado Grito frente a la Plaza de la
Constitución.
Campa Cifrián puso como referente justificatorio la
explosión de granadas que hubo en Morelia, seis años atrás, en un 15 de
septiembre que quedó manchado de sangre por un ataque adjudicado a bandas
criminales. Por ello, explicó el funcionario, ...se hacen necesarias estas
acciones que pueden ser consideradas como excesivas. Es decir, no se ha
avanzado nada, sino que estamos en las mismas, o peor, sería una razonable
interpretación cronológica de lo dicho por el funcionario, quien, abrumado por
periodistas que le pedían fijar postura ante las críticas y quejas que suscitó
el cateo a pequeños incluso en carriola, regaló una perla al explicar que
entiende que muchas veces este equilibrio es una frontera muy delgada, pero es
importante garantizar la seguridad y tranquilidad de la gente que acude a un
acto público tan importante como éste, y evitar cualquier abuso, especialmente
para con los niños. Ah, pues sí.
Nada delgada se vio la frontera entre un par de periodistas
michoacanos y el jefe del principal grupo del crimen organizado en Michoacán,
Servando Gómez, apodado La Tuta. Un video hecho llegar a MVS fue difundido en
el programa radiofónico de Carmen Aristegui y mostró a uno de los
corresponsales de Televisa en la entidad, Eliseo Caballero, y a José Luis Díaz,
director de una agencia noticiosa, Esquema, en plena sesión de asesoramiento en
asuntos mediáticos al capo, que parece dosificar conforme a sus intereses la
difusión de estos testimonios explosivos.
Es natural que llame especialmente la atención el vínculo
con el máximo poder mediático del país, Televisa. Más si se toma en cuenta que
ya ha habido un episodio de larga duración judicial en Nicaragua en el que se
acusó a mexicanos de usar vehículos con colores y emblemas de la empresa de
Emilio Azcárraga Jean para trasladar dinero y drogas en Centroamérica.
Sin embargo, el asunto no se constriñe a las dos empresas
ahora involucradas en las imágenes captadas por La Tuta. A lo largo del país y
en diversos niveles hay una abierta presencia del factor del crimen organizado
en cuanto a la manera de hacer periodismo (qué publicar y qué no) como en
formas de financiamiento a empresas, directivos y personal operativo. En
algunas redacciones de medios ubicados en ciudades donde las mafias tienen
fuerte presencia suele saberse de ciertos reporteros o directivos que fungen
como informantes de los delincuentes y como enlaces para los fines que sean
necesarios.
La política y el periodismo han sido controlados en varias
partes del país por el dinero y las amenazas provenientes de los grupos de
delincuencia organizada. La relación entre políticos, capos y ciertos
periodistas forma parte de una realidad que condiciona la generación de
percepciones de los asuntos públicos. Ello es sabido y evidente en estados como
Michoacán, donde esos factores de poder se alistan para decidir la próxima
elección de gobernador, donde el peñismo y el chuchismo coinciden en impulsar a
Silvano Aureoles y donde Luisa María Calderón trata de quedarse de nuevo con la
candidatura panista, pero ya sin el apoyo avasallante de su hermano Felipe
desde Los Pinos.
Otro calderonista destacado, el ahora senador Ernesto
Cordero, denunció ayer que Los Pinos busca negociar con los dirigentes de los
principales partidos los términos del presupuesto federal para el año entrante.
El ex secretario de Hacienda aseguró que con estos acuerdos cupulares se
estaría llevando a otro nivel la práctica corrupta conocida como los moches,
consistentes en que los políticos en posición de decidir sobre asignaciones
presupuestales reciben comisiones especiales de los gobernantes beneficiados
con esos repartos.
De ser cierto el señalamiento de Cordero (quien ha dado voz
a versiones que corren con insistencia en pasillos del poder legislativo), se
estaría en presencia de una versión inconfesa del Pacto por México. De esa
manera, Chuchos, maderistas y peñistas se pondrían de acuerdo fuera de las
cámaras de diputados y senadores respecto a las partidas presupuestales del año
entrante, con lo que beneficiarían a sus intereses y clientelas de tal manera
que puedan continuar con el negocio de la representación popular manejado por
las tres partes ya antes pactadas. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Hernández
juliohdz@jornada.com.mx
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