Politykronos

*La cloaca política y sus heces multicolores

Por Hugo Isaac Rea Torres

¡Lo dicho! En Baja California, los partidos y sus dirigentes, así como el mismo sistema político, son una cloaca en la que se concentran todas las heces sin importar su color o consistencia. En este caso, el orden de los factores no altera en lo absoluto el producto, pues a donde se voltee es exactamente lo mismo.

Por ejemplo, en el Partido Revolucionario Institucional, el párvulo que cree que el mundo no lo merece, Chris López, se ostenta como el omnipotente dirigente por el padrinazgo que le acompaña y que provoca, sin merecerlo, el respeto de la militancia muy a pesar de su desbordada estulticia para ostentar el cargo, a través del cual, junto con su compadre Alfonso López, como secretario de finanzas del PRI en BC, se encargan de disfrutar de los dos millones de pesos mensuales que percibe ese instituto político a través de las prerrogativas de la dirigencia nacional y los tres ayuntamientos y sus funcionarios que gobiernan en la entidad. Ese dinero no le ha servido al impulsor del IVA en la frontera para pagar el sueldo de tres semanas a los trabajadores contratados en el edificio sede del tricolor ni para cubrir los adeudos que mantiene con los contratistas que se habían estado encargado de los trabajos de remodelación en dicho inmueble y, algo peor: los gastos que se supone deberían correr por cuenta de la dirigencia estatal del PRI para los eventos, como las convenciones recién celebradas, dijo que “es responsabilidad de los que aspiran cubrir todos sus gastos. Yo no busco nada”, dijo. Esa actitud miserable de Chris López muestra y demuestra que el PRI no está conteniendo para ganar y echa por tierra las especulaciones sobre el rumor de que al dirigente nacional, Manlio Fabio Beltrones Rivera, “le interesa” ganar la mayor cantidad posible de posiciones en Baja California para abonar a su proyecto personal de llegar a la presidencia del país en el 2018.

Sin pena ni gloria, como niño del limbo, se la pasa Chris López ¿no?

Una muestra de diferente color es la rebatinga suscitada en Movimiento Ciudadano en donde a raíz de la nominación de candidato para las regidurías, diputaciones y alcaldías, el dirigente, Alcibiades García Lizardi, mostró el cobre y su misoginia al despotricar y agredir en contra de quien había sido su mejor carta y representante en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, Cynthia Giselle García Soberanes, quien mejor decidió renunciar a ese logotipo y declararse independiente, sin dejar de lado la iniciativa que presentó en febrero pasado para impulsar la solución al problema de los “carros chocolate” en la frontera del país.

El otro botón de muestra podría ser lo ocurrido en el Movimiento de Regeneración Nacional, que ha utilizado la frase “la esperanza de México” y la gente se pregunta con toda razón: “¿Esperanza?” Cuando lamentablemente Morena ha demostrado ser la pesadilla de México, porque Obrador y la cúpula actúan como dueños del partido, no escuchan a nadie y descalifican a todo mundo llamándole traidor, infiltrado, “prianista”, tratando de acallar las voces que exigen respeto a los estatutos y a la militancia, lo cual le está costando caro; en Baja California, en las pasadas elecciones, obtuvieron una tercera parte de los votos y van peleando por el último lugar por los pésimos candidatos impuestos. Ahora bien, ¿quién les va a acompañar a hacer las campañas, si los que trabajan no serán tan borregos como para ir a hacer el trabajo sucio? Debe quedarles claro que la televisión local PSN y las estaciones de radio del dirigente estatal, Jaime Bonilla Valdés, no les van a bastar para tratar de “chamaquear” a la población, pues a diferencia del año pasado, ahora si todo mundo está enterándose de la porquería en que se ha convertido lo que alguna vez fue esperanza de muchos. Realmente ahora sorprende no haber tomado en cuenta que cada árbol da solamente lo que le es propio, y un simulador no puede engendrar verdad; quien nació y creció en medio de la corrupción hereda esos genes y Obrador trae esos genes de despotismo, intolerancia, autoritarismo y falta de espíritu democrático 
¿De dónde va a sacar lo que no está en su esencia?

También los panistas “no cantan mal las rancheras”, ya que traen conflictos debido a sus prácticas antidemocráticas para seleccionar a sus abanderados que han hecho sentirse desplazada a la militancia por esas decisiones que han llevado al poder a “ciudadanos”, como “la chula” y “el con” o Jackie Nava, que nada saben de lo que es el entramado político, pero que hasta el más bisoño se da cuenta que han sido las mejores marionetas que no se saltarán las trancas para debilitar el poder cupular que siempre han mantenido, como es el caso de aquellos que representan diversas cuotas de poder y que exigen posiciones en cada proceso, llevando al blanquiazul a una situación muy parecida a las luchas tribales que se registran en el Partido de la Revolución Democrática. El mejor ejemplo lo representa la ensenadense Eloisa Talavera, quien ha llevado su inconformidad ante las “autoridades electorales” para reclamar que se cumpla con la cuota de género.

En lo que respecta al partido del sol azteca, el PRD, los que han gozado de las mieles del poder desde que consiguieron posiciones políticas, no han querido dejarlas, al grado de que Abraham Correa ha ido en contra de decisiones del Tribunal Electoral para poder satisfacer sus ambiciones de seguir manteniendo el poder a través de la utilización de esas siglas.

Después de todo lo anterior, no podemos dejar de lado el caso de los contendientes denominados “independientes”, a los cuales la “autoridad electoral” los sometió a unas condiciones inequitativas para poder competir en contra de los que representan los intereses partidistas. A ello se suma el arribo de los religiosos al poder a través del Partido Encuentro Social; la fuga de pebecistas al municipalista y muchas otras chuladas más, como la llegada a las primeras posiciones en regidurías y diputaciones como Eligio Valencia, Eduardo Ledesma Romo, y otros nefastos más.
Con todo esto ¿es descabellada la comparación de la política con una cloaca? ¡Claro que no!

Hasta aquí la dejamos, por el hedor, no sin antes recomendarles que NO SE ENRDEN ¡Y PUNTO!