Expediente Político

Por.- Alfredo Calva

No se preocupe, ocúpese….

Fiel a su costumbre de ver la paja en el ojo ajeno Francisco Barrón Moreno arzobispo en la entidad, recién criticó al gobierno federal por su, dijo, escaso interés y participación operativa y económica en el asunto de la crisis migratoria que se vive en el estado.

El hombre de la sotana fue quisquilloso al manifestar su intensa preocupación por los exiguos dineros enviados por el gobierno federal para ate der el serio problema que se enfrenta en Tijuana y Mexicali desde el pasado mes de mayo con el arribo masivo de extranjeros haitianos, africanos y de otras nacionalidades, recursos que no son suficientes para resolver el dilema en que están inmersos agrupaciones y organismos que ayudan dando techo, alimento y cobijo a los migrantes.

La preocupación cuasi de carácter divino de Barrón Moreno, la puede transformar el propio afligido eclesiástico en ocupación cuasi celestial, al decidirse en otorgar una sustancial parte de los recursos económicos que genera en las transacciones de indulgencias y la entrega desinteresada de los feligreses de aportaciones monetarias denominadas limosnas o diezmos para que ejemplifique y muestre al gobierno federal, como se implemennta una verdadera acción que permita la solución a una crisis como lo es la humanitaria que se vive en Tijuana y la capital del estado..

Barrón Moreno, ha sido un personaje de la iglesia católica que se ha distinguido por sus constantes criticas a las políticas públicas del gobierno federal, en Tlaxcala, entidad donde fue el pastor mayor de la grey católica antes de reemplazar al gris Rafael Romo Muñoz en Baja California, fue una de las voces más beligerantes a nivel nacional en contra de las propuestas de reforma constitucional y al Código Civil Federal, para que se incluyeran los matrimonios igualitarios y la posibilidad de que las parejas homoparental para que pudieran adoptar infantes.

La complaciente injerencia del líder católico bajacaliforniano en los asuntos del estado, por parte de la Secretaria de Gobernación, es un gran motivante para que el purpurado continúe sistemáticamente violando la  Política del país, y se erija en un recalcitrante catón de las políticas publicas que implementa el gobierno, con la independencia de si son correctas o no.

El arzobispo Barrón Moreno, debería hablar menos y actuar más.

Buen inicio….

Resulto interesante lo que sucedió en la sesión extraordinaria de cabildo celebrada el pasado miércoles en el XXII Ayuntamiento de Tijuana, específicamente en el sentido en que votaron los regidores de oposición en los temas referentes a la consecución de una línea de crédito de 200 millones de pesos y el proyecto de Ley de egresos para el ejercicio 2017.

La negativa de aprobación por parte de los ediles del PES y PRI para la obtención de la línea de crédito, se fundamento en su compromiso y deseo de que Tijuana ya no puede ser más endeudada, recibieron a un municipio que carga a sus contribuyentes un pasivo de cuasi tres mil millones de pesos, más los intereses, sin embargo, la numerología no les dio y se aprobó el punto por mayoría de votos.

Con respecto a la propuesta del proyecto de egresos para el año próximo, los ediles sufragaron en contra debido a que la información sobre el particular les fue entregada a destiempo y no completa, pero al igual que en el asunto de la línea de crédito, la mayoría panista se impuso y fue aprobado sin dificultad alguna.

Lo anterior, muestra una dinámica diferente a la complaciente sumisión que presentan los integrantes de las fuerzas políticas de oposición representadas en el cuerpo colegiado, esperemos que ello no sea solo una llamarada de petate y al paso de algunos meses los hoy regidores opositores de posturas razonadas, se transformen en ediles mas azules que los panistas ahí integrados.

El tiempo nos dará a respuesta.

Y mientras tanto….

Dan pena los integrantes del sector empresarial que se reunieron con la alcaldesa de Rosarito Mirna Rincón Vargas, quien les resultó imponente al grado tal, que no tuvieron , como es su costumbre, la entereza y gallardía para decirle lo que en privado reunidos ellos, pensaban de sus nominaciones en la policía y regulación.