Cero Grados.- Con el propósito de proteger la salud mental de las niñas y niños, la Administración estatal que encabeza el Gobernador Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid, a través del Hospital General de Tijuana, emitió recomendaciones para detectar y prevenir la violencia de tipo psicológica.
La Jefa del Departamento de Psicología del Hospital General de Tijuana, María Concepción Esparza, informó que la violencia psicológica se caracteriza por las acciones o conductas que transgreden las emociones que, al estar tan arraigado en las costumbres o hábitos familiares, pueden pasar desapercibidas, incluso llegan a ser aceptadas por la sociedad.
Detalló que un menor violentado suele aislarse, es tímido, llora con facilidad y tiene poca participación social o, por el contrario, puede tener una conducta agresiva, retadora o imponente con los otros menores, a lo que se atribuye la herida emocional por parte de sus figuras de autoridad, es decir madre y padre.
Respecto a las repercusiones a largo plazo, la funcionaria estatal mencionó que, de no atenderse por un profesional en la salud mental durante la infancia, pueden llegar a ser adultos con problemas de autoestima, o incluso influir en que el adolescente se involucre en actos delictivos.
“Los padres representan figuras de protección, cariño, guía y seguridad, por ello es importante que sean conscientes de sus acciones y conductas durante su paternidad, solicitando ayuda profesional en caso de detectar que ejercen violencia hacia sus hijos”, comentó.
Concepción Esparza, explicó que el paso más importante es darse cuenta del problema en el hogar y aceptarlo, para lo que usualmente se requiere el apoyo de una tercera persona que ve la situación desde una perspectiva objetiva.
Una vez que se detecta el problema, dependiendo de la edad y del contexto familiar, puede recomendarse acudir a Escuela para Padres, o bien, realizar actividades con los niños bajo orientación profesional, como juegos, manualidades, dibujos, integración de equipos con otros menores de su edad, educación de sus derechos, entre otras actividades.
Indicó que anualmente se atienden a un promedio de 20 menores en el Departamento de Psicología del Hospital General de Tijuana, por enuresis o encopresis como causa de consulta, los cuales son trastornos que se caracterizan por la defecación u orina durante el sueño en etapas tardías de la infancia, mismas que se relacionan en su mayoría a la violencia psicológica o física.
Por último, la Jefa del Departamento de Psicología hizo un llamado a la comunidad a informarse respecto a los diferentes tipos de violencia para así evitar dichas conductas que transgredan a la vulnerabilidad de la infancia, solicitando ayuda a un profesional en la salud mental en caso de sospechar que ejercen o viven esta problemática.
La Jefa del Departamento de Psicología del Hospital General de Tijuana, María Concepción Esparza, informó que la violencia psicológica se caracteriza por las acciones o conductas que transgreden las emociones que, al estar tan arraigado en las costumbres o hábitos familiares, pueden pasar desapercibidas, incluso llegan a ser aceptadas por la sociedad.
Detalló que un menor violentado suele aislarse, es tímido, llora con facilidad y tiene poca participación social o, por el contrario, puede tener una conducta agresiva, retadora o imponente con los otros menores, a lo que se atribuye la herida emocional por parte de sus figuras de autoridad, es decir madre y padre.
Respecto a las repercusiones a largo plazo, la funcionaria estatal mencionó que, de no atenderse por un profesional en la salud mental durante la infancia, pueden llegar a ser adultos con problemas de autoestima, o incluso influir en que el adolescente se involucre en actos delictivos.
“Los padres representan figuras de protección, cariño, guía y seguridad, por ello es importante que sean conscientes de sus acciones y conductas durante su paternidad, solicitando ayuda profesional en caso de detectar que ejercen violencia hacia sus hijos”, comentó.
Concepción Esparza, explicó que el paso más importante es darse cuenta del problema en el hogar y aceptarlo, para lo que usualmente se requiere el apoyo de una tercera persona que ve la situación desde una perspectiva objetiva.
Una vez que se detecta el problema, dependiendo de la edad y del contexto familiar, puede recomendarse acudir a Escuela para Padres, o bien, realizar actividades con los niños bajo orientación profesional, como juegos, manualidades, dibujos, integración de equipos con otros menores de su edad, educación de sus derechos, entre otras actividades.
Indicó que anualmente se atienden a un promedio de 20 menores en el Departamento de Psicología del Hospital General de Tijuana, por enuresis o encopresis como causa de consulta, los cuales son trastornos que se caracterizan por la defecación u orina durante el sueño en etapas tardías de la infancia, mismas que se relacionan en su mayoría a la violencia psicológica o física.
Por último, la Jefa del Departamento de Psicología hizo un llamado a la comunidad a informarse respecto a los diferentes tipos de violencia para así evitar dichas conductas que transgredan a la vulnerabilidad de la infancia, solicitando ayuda a un profesional en la salud mental en caso de sospechar que ejercen o viven esta problemática.
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