domingo, 1 de septiembre de 2019

Expediente Político


Por.- Alfredo Calva


Los buitres….

Como fauna depredadora volando en círculos sobre su presa, así se desenvuelven aquellos interesados en imponer, a través de la lisonja, la zalamería y la adulación para el alcalde electo de Tijuana, Arturo González Cruz, a sus recomendados en las direcciones de Vialidad y Transportes y la Policía Municipal.


Los intereses económicos extraoficiales que se manejan en las citadas dependencias del gobierno municipal son harto sustanciales, para nadie es un secreto que ambas áreas han sido crisoles de corrupción, y por ende, existen grupos interesados en proteger esos intereses.



Por lo que respecta a la dirección de la policía municipal, de acuerdo a fuentes consultadas, señalan que a raíz del triunfo del pasado dos de junio, un grupo de notables aparecieron como por acto de magia en la cotidianidad en tormo de González Cruz, sabedores que las primeras acciones obligadas del edil electo, serían los trabajos de transición para el cambio de gobierno y, la selección de quienes lo acompañaran en su responsabilidad de gobernar y administrar los recursos y bienes del municipio de Tijuana.

Éste grupo desde su aparición ha aprovechado todas las oportunidades que se le han presentado para impulsar e imponer en el animo y mente del alcalde electo, la figura y el nombre de su alfil para ocupar el cargo de director de la corporación preventiva municipal, José Alberto Castellanos González, quien en los últimos años se desempeñó como asesor de cabecera de quien fungiera hasta hace unas semanas como Procuradora de Justicia en el Estado, Perla del Socorro Ibarra.

Los pregoneros de Castellanos González han saturado con fantasiosas apologías en materia de seguridad de su prospecto al alcalde electo, a fin de lograr la aceptación del edil y lo designe titular de la dirección de la policía municipal, olvidando intencionalmente hacer de su conocimiento la pésima imagen y la mala fama pública de Castellanos González.

 Los hechos registrados señalan respecto a Castellanos González, que en el 2009 la SEDENA lo calificó como un prófugo. Eran los tiempos en que Tijuana al igual que el resto de la entidad vivía una grave problema de violencia e inseguridad generada por los grupos criminales que en ella operaban, y el Ejército Mexicano a través de estratagemas a elementos de las policías municipal, estatal y ministerial, que fueron arraigados inicialmente por la Procuraduría General de la República, y después enviados a una prisión de alta seguridad.


Sin embargo,  no todos los elementos que tenían relacionados los mandos de la SEDENA fueron detenidos, algunos, dijo la institución castrense a través de un boletín de prensa, presentaron su renuncia días antes de la acción de detención y otros no se presentaron a su estación de servicio, en el listado de no presentados se encontraba Castellanos González.

Nada se supo desde ese entonces del evasivo Castellanos González, hasta el 2015 , cuando fue invitado por la entonces titular de la PGJE, Perla del Socorro Ibarra, para que fungiera como su asesor de cabecera, la enorme empatía que le brindó la procuradora fue bien aprovechada por Castellanos y de inmediato se hizo del control, y fue quien manejó a su albedrío los hilos de la dependencia de acuerdo a sus intereses y arreglos.

Obviamente los impulsores de Castellanos González buscan sacar sustancial raja de la dirección de la policía municipal si logran a través de sus falacias e insistencia embaucar al presidente municipal electo, lo que tiene y mantiene preocupados a los integrantes del primer circulo de colaboradores de González Cruz, ya que un cargo de tal relevancia, importancia y sensibilidad social, como lo es la DSPM no puede recaer en un perfil como el de Castellanos González, si es que en realidad la próxima administración quiere revertir el grave problema de inseguridad que se vive en Tijuana.

Y, mientras sus benefactores realizan las labores de adormecimiento con el presidente electo, Castellanos González se encuentra realizando pequeñas reuniones informativas con elementos de la policía municipal que le fueron afines durante su estancia en la corporación, en las que les afirma que él será el responsable de la dirección y por lo tanto, deberán de nueva cuenta integrar la gavilla y trabajar coordinados para lograr obtener los mejores beneficios extraoficiales.

Para el presidente municipal electo, Arturo González Cruz, la tarea de designar a quien será el director de la policía municipal, es una de sus responsabilidades de mayor envergadura, similar a la que llevó a cabo cuando asignó a quien fungirá como Secretario de Seguridad Pública, Capitán Jorge Alberto Ayón Monsalve. Es por ello, que debe analizar perfiles que pueden desarrollar el trabajo que se requiere para, primero detener y a partir de esa contención reducir sustancialmente los delitos que mantienen a los tijuanenses en la zozobra y el temor constante, para con acciones programadas y contundentes, retornen a la ciudadanía la confianza en la autoridad y la seguridad para que desarrolle sus actividades cotidianas y de recreación y esparcimiento.

Y mientras tanto….

La generosidad de la SEP, salva al gobierno de Kiko Vega de su grave problema con el magisterio.


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