Por.-
Alfredo Calva
Los buitres….
Como
fauna depredadora volando en círculos sobre su presa, así se desenvuelven
aquellos interesados en imponer, a través de la lisonja, la zalamería y la
adulación para el alcalde electo de Tijuana, Arturo González Cruz, a sus
recomendados en las direcciones de Vialidad y Transportes y la Policía Municipal.
Los
intereses económicos extraoficiales que se manejan en las citadas dependencias
del gobierno municipal son harto sustanciales, para nadie es un secreto que
ambas áreas han sido crisoles de corrupción, y por ende, existen grupos
interesados en proteger esos intereses.
Por
lo que respecta a la dirección de la policía municipal, de acuerdo a fuentes
consultadas, señalan que a raíz del triunfo del pasado dos de junio, un grupo
de notables aparecieron como por acto de magia en la cotidianidad en tormo de
González Cruz, sabedores que las primeras acciones obligadas del edil electo,
serían los trabajos de transición para el cambio de gobierno y, la selección de
quienes lo acompañaran en su responsabilidad de gobernar y administrar los
recursos y bienes del municipio de Tijuana.
Éste
grupo desde su aparición ha aprovechado todas las oportunidades que se le han
presentado para impulsar e imponer en el animo y mente del alcalde electo, la
figura y el nombre de su alfil para ocupar el cargo de director de la
corporación preventiva municipal, José Alberto Castellanos González, quien en los
últimos años se desempeñó como asesor de cabecera de quien fungiera hasta hace
unas semanas como Procuradora de Justicia en el Estado, Perla del Socorro
Ibarra.
Los
pregoneros de Castellanos González han saturado con fantasiosas apologías en
materia de seguridad de su prospecto al alcalde electo, a fin de lograr la
aceptación del edil y lo designe titular de la dirección de la policía
municipal, olvidando intencionalmente hacer de su conocimiento la pésima imagen
y la mala fama pública de Castellanos González.
Los
hechos registrados señalan respecto a Castellanos González, que en el 2009 la
SEDENA lo calificó como un prófugo. Eran los tiempos en que Tijuana al igual
que el resto de la entidad vivía una grave problema de violencia e inseguridad
generada por los grupos criminales que en ella operaban, y el Ejército Mexicano
a través de estratagemas a elementos de las policías municipal, estatal y
ministerial, que fueron arraigados inicialmente por la Procuraduría General de
la República, y después enviados a una prisión de alta seguridad.
Sin embargo, no todos los elementos que tenían
relacionados los mandos de la SEDENA fueron detenidos, algunos, dijo la
institución castrense a través de un boletín de prensa, presentaron su renuncia
días antes de la acción de detención y otros no se presentaron a su estación de
servicio, en el listado de no presentados se encontraba Castellanos González.
Nada se supo desde ese entonces del evasivo
Castellanos González, hasta el 2015 , cuando fue invitado por la entonces
titular de la PGJE, Perla del Socorro Ibarra, para que fungiera como su asesor
de cabecera, la enorme empatía que le brindó la procuradora fue bien
aprovechada por Castellanos y de inmediato se hizo del control, y fue quien
manejó a su albedrío los hilos de la dependencia de acuerdo a sus intereses y
arreglos.
Obviamente los impulsores de Castellanos
González buscan sacar sustancial raja de la dirección de la policía municipal
si logran a través de sus falacias e insistencia embaucar al presidente
municipal electo, lo que tiene y mantiene preocupados a los integrantes del
primer circulo de colaboradores de González Cruz, ya que un cargo de tal
relevancia, importancia y sensibilidad social, como lo es la DSPM no puede
recaer en un perfil como el de Castellanos González, si es que en realidad la
próxima administración quiere revertir el grave problema de inseguridad que se
vive en Tijuana.
Y, mientras sus benefactores realizan las
labores de adormecimiento con el presidente electo, Castellanos González se
encuentra realizando pequeñas reuniones informativas con elementos de la
policía municipal que le fueron afines durante su estancia en la corporación,
en las que les afirma que él será el responsable de la dirección y por lo
tanto, deberán de nueva cuenta integrar la gavilla y trabajar coordinados para
lograr obtener los mejores beneficios extraoficiales.
Para el presidente municipal electo, Arturo
González Cruz, la tarea de designar a quien será el director de la policía
municipal, es una de sus responsabilidades de mayor envergadura, similar a la
que llevó a cabo cuando asignó a quien fungirá como Secretario de Seguridad
Pública, Capitán Jorge Alberto Ayón Monsalve. Es por ello, que debe analizar
perfiles que pueden desarrollar el trabajo que se requiere para, primero
detener y a partir de esa contención reducir sustancialmente los delitos que
mantienen a los tijuanenses en la zozobra y el temor constante, para con
acciones programadas y contundentes, retornen a la ciudadanía la confianza en
la autoridad y la seguridad para que desarrolle sus actividades cotidianas y de
recreación y esparcimiento.
Y mientras tanto….
La generosidad de la SEP, salva
al gobierno de Kiko Vega de su grave problema con el magisterio.
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