La presidenta de la Comisión de Salud del Congreso de Baja California destacó la importancia de atender crisis de salud que se presentan en lugares públicos, como infartos y paros cardíacos, dado que son uno de los padecimientos más frecuentes en la población.
“Nuestra propuesta consiste en que se emprendan acciones básicas por medio de ISESALUD para capacitar en protocolos de uso de los desfibriladores, así como de actuación y reanimación”, anotó.
Cabe señalar que un desfibrilador es un aparato capaz de analizar el ritmo cardíaco, identificar arritmias mortales y administrar, en caso que el corazón del paciente se encuentre en un ritmo fibrilable, una descarga eléctrica al músculo cardíaco con la finalidad de restablecer el ritmo del corazón.
“El plazo para salvar una vida por parada cardiorrespiratoria es de entre 4 y 5 minutos y cada uno de ellos, supone un 10% menos de posibilidades de supervivencia, por tanto, el factor tiempo se convierte en un enemigo en estos casos y la importancia del uso de un desfibrilador es primordial para salvar vidas”, argumentó.
La Dra. María Monserrat Rodríguez Lorenzo subrayó que los desfibriladores tienen un alto nivel de seguridad y son el único medio demostrado para salvar la vida y reanimar a una persona, fuera del entorno hospitalario que ha sufrido un paro cardíaco.
“Es importante tener en cuenta que se debe activar la cadena de supervivencia y realizar las maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) junto con la desfibrilación, mientras llega ayuda especializada; sin embargo, cabe mencionar que la RCP no restablece el ritmo cardíaco adecuado por sí sola”, alertó.
“La primera causa de muerte en los países occidentales son las llamadas enfermedades cardiovasculares, entre las que ocupa un lugar destacado la muerte súbita, resultado de una Parada Cardíaca Respiratoria (PCR), generalmente producida por una Fibrilación Ventricular (FV), de ahí la relevancia de atender este tipo de situaciones en espacios públicos.”, finalizó.
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