viernes, 4 de mayo de 2012

Santos gana de último minuto 4-3 a Jaguares en partido monumental y emotivo en la Selva

  • Rosarito Informa.-Jaguares fue valiente y se mostró sin complejos, pero Santos es demasiada pieza. Felinos y laguneros se metieron a la selva y ofrecieron uno de los partidos más memorables de los últimos años que acabó a favor de los coahuilenses por 4-3.

    Partido de Liguilla a su más pura expresión, no faltó
    nada: ni goles raros ni hermosos, jugadas brillantes, ni tampoco atajadas, menos las emociones en un juego donde las vueltas de tuerca fueron constantes en la ida de los cuartos de final del Torneo Clausura 2012.

    Tampoco faltó el público, que abarrotó el Estadio Víctor Manuel Reyna por primera vez en la campaña, afición que pasó de la agonía al éxtasis y viceversa durante varios lapsos del encuentro aunque el destino no premió a sus Jaguares que desafiaron y le faltaron al respeto al poderoso líder de la fase regular.

    Desde el principio del encuentro quedó de manifiesto que los locales no guardarían nada y que estaban dispuestos a dar un salto a ciegas en busca de herir a su grandísimo rival.

    La escuadra naranja insistió en los primeros minutos pero fue el talento albiverde el que se manifestó primero a los 24' cuando Daniel Ludueña sacó derechazo desde fuera del área que descontroló al portero Hernández para marcar el primero de una noche mágica.

    Con el corazón lastimado pero la dignidad intacta, Jaguares siguió con la tónica y aprovechó los minutos de desconcentración tras una pausa por hidratación para hacer el empate a los 28' por conducto de Luis Gabriel Rey en jugada a balón parado y, después, ponerse en ventaja gracias a un sublime Jackson Martínez quien de un toque se quitó de encima a Galindo para quedar de frente a Oswaldo y sacar tiro cruzado, apenas tres minutos después de la igualada.

    Con la voltereta consumada, Jaguares tocó lo más profundo de la reputación santista, fue entonces que los dirigidos por Benjamín Galindo intentaron revertir las cosas, pero los chiapanecos también rozaban la perfección en su cuadro bajo.

    Entonces entró Oribe Peralta en la ecuación, y demostró que no hay antídoto ni medicamento para su talento al frente después de que lograra el 2-2 gracias a una jugada individual para el recuerdo en la cual, con un toque, "El Cepillo" se quitó a dos hombres y se perfiló para disparar desde fuera del área y poner el balón en el ángulo.

    Ya no era una cuestión tan superficial como un marcador, ni siquiera el pase a las semifinales, ambos equipos jugaban por orgullo y para el segundo tiempo felinos y Guerreros no bajaron el ritmo, con la verticalidad y el arco contrario siempre en la mente.

    Fue Santos el que pegó una vez más por conducto de Daniel Ludueña quien aprovechó una buena jugada individual para sacar disparo con poca fuerza pero extraordinaria colocación desde fuera del área a los 59', un golazo más a la cuenta.

    A partir de ese momento, el trámite lo controló Chiapas, la valentía tenía, debía rendir frutos. La recompensa llegó a los 74' cuando un recién ingresado Armando Zamorano dejó el balón dentro del área para Jackson Martínez para que el colombiano cruzara otra vez a un impotente Oswaldo Sánchez.

    La epopeya chiapaneca estaba a punto de consumarse y los juglares selváticos tendrían gran labor para relatar la hazaña de la "Cenicienta" en Liguilla. El vendaval naranja fue lo único que sobresalía en la cancha durante los últimos minutos. Benjamín Galindo ordenó el ingreso de elementos como Santiago Hoyos y Marc Crosas para apuntalar su medio campo y reforzar su línea defensiva; el estratega lagunero tenía suficiente y no tentaría más la furia felina.

    Jaguares olió el miedo del rival y, con la adrenalina al máximo, lanzó todas sus líneas al frente y acorraló al rival; las consecuencias fueron terribles y aleccionadoras para la causa naranja que vio cómo Darwin Quintero escapaba rumbo a la meta local a los 95' y en jugada individual llegaba a línea de fondo para que, casi sin ángulo, engañara al portero Édgar Hernández y pusiera los cartones finales justo cuando ya no habría respuesta del rival.
    El árbitro pitaría inmediatamente para detener el espectáculo. Chiapas tendrá que remar contra corriente y herir más profundamente al poderoso líder, ahora en su territorio este domingo. Por lo mientras, los dirigidos por José Guadalupe Cruz demostraron que no tienen miedo de nada, incluso de la eliminación frente a un Santos que es más candidato al título que nunca, partido vertiginoso, regalo divino.

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