Por.-
Alfredo Calva
Francisco Castro,
carente de legalidad
La
postura
que ha asumido el director de policía en el municipio de Playas de
Rosarito,
Francisco Castro Trenti, se encuentra fuera de legalidad, gracias a su
protector y jefe el alcalde Javier Robles, y a su egocentrismo,
vanidad y estólida postura de no aceptar los resultados de sus exámenes
de
control y confianza que le fueron aplicados en el Centro de Control y
Evaluación,
dependiente del gobierno estatal.
De acuerdo
al propio reprobado y a su superior jerárquico, el alcalde Javier Robles
Aguirre, los datos que aporta el Centro responsable de las evaluaciones de
todos los elementos policiacos de las diferentes policías del estado y
municipios, son resultado de un manipuleo político gestado desde la subsecretaria
de Seguridad Pública del Estado a cargo del Capitán Jorge Eduardo Montero Álvarez,
para impedir su arribo y trabajo en el municipio más joven de la entidad.
Ante ésta dinámica de
impunidad y omisión, el alcalde solicito a la federación se apliquen de nueva
cuenta los exámenes a su director de la policía ya que no se confía en la profesionalización
e imparcialidad del Centro de Control y Evaluación del estado, por cierto,
primer entidad de este tipo en ser certificado por el gobierno federal, con el
fin de mostrar y demostrar que los exámenes de Francisco Castro fueron
manipulados de manera negativa.
Con relación
a lo anterior, hago de lado la aberrante ocurrencia, para no llamarla de otra
forma, del alcalde, de exigir que fuera el FBI quien realizara la exanimación
de Francisco Castro, dando muestra con ello el primer edil de desprecio a las
instituciones mexicanas y a la capacidad de sus funcionarios.
En fin,
entrampados en el limbo de la ilegalidad, ya que su director fue aceptado por
el cabildo sin haber presentado los referidos exámenes como lo exige la Ley de
la materia, y ahora, con la no aprobación de los mismos, al alcalde le
respondieron que en Centro de Evaluación es el único que aplica los exámenes y
que estos son similares para todo el país.
Y lo
¨invitan¨ a que acepte el resultado de los mismos y actué en consecuencia, es
decir, que tramite de manera inmediata la baja de Francisco Castro, de lo
contrario continuara fomentando y protegiendo una ilegalidad.
Por otra
parte, y en el caso, que así será, de no aceptar las sugerencias del gobierno
estatal, de continuar el alcalde mandando al carajo al Centro de Evaluación,
cuando menos debe de impedir que su director de seguridad publica ande armado,
ya que no cuenta con la autorización para ello, le fue negado el oficio de comisión
para la portación de arma, con la independencia de no haber sido aprobado en
los exámenes.
Y Francisco
Castro, retirar de su sequito de escoltas a quien sin ser policía porta el
uniforme indebidamente de la corporación de nombre Claudia Cristina Espinoza García,
quien no puede presentar los exámenes para ingresar a la corporación por contar
con antecedentes que le impiden pertenecer al cuerpo preventivo de seguridad pública
rosaritense.
Ante éste panorama de inmunidad e impunidad
gubernamental municipal, solo resta cuestionar, quien dará solución a estas
ilegalidades en las que se encuentran el alcalde y su director de policía. El
Sindico Procurador Roberto Perales Sánchez, imposible, el ¨10-15¨ como le dicen
sus conocidos se encuentra ocupado en asuntos de mayor y sustancial interés personal.
Mientras
tanto los oficiales municipales se encuentran sumidos en una tarjea de corrupción,
donde predominan la entrega de cuotas a los mandos, perdón, ya son ¨cundinas¨,
solo que no pasa del primer número, y estas como siempre salen de las
extorsiones a los ciudadanos y protección a los delincuentes, en detrimento
directo de la seguridad de los rosaritenses.
Pobre
Rosarito, quien visualizo esto.
Y aun faltan
13 meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario