Lo dicho: los aires de rebeldía contra el CEN blanquiazul y
su administrador de turno, Gustavo E. Madero, comenzaron a soplar, y fuerte, en
la Cámara de Diputados…
Evidencia de ello, como advertimos en nuestra pasada
entrega, constituyó el que sólo 16 de los 114 miembros de la bancada asistieran
a la reunión en que, convocada por su coordinador Luis Alberto Villarreal, les
sería presentada la iniciativa de reforma energética de la que, como sus pares
en el Senado, se habían enterado a través de los medios…
Que nadie se llame a sorpresa, entonces, ante los múltiples
y duros señalamientos que particularmente por parte de los calderonistas
Elizabeth Yáñez y Marcos Aguilar fueron
enderezados contra el coordinador guanajuatense por avalar con su presencia, y
con la (supuesta) representación de todos, la presentación (pública) de una
propuesta legal de cuyo contenido poco o nada sabían.
Primera evidencia ésta, sí, pero no la única, dado el
impulso que parece estar tomando el movimiento de la resistencia a la apenas
disimulada campaña que, coordinada desde el tercer piso del bunker azul de
Coyoacán y, más específicamente por (“el real coordinador de la fracción…”)
Jorge Villalobos, viene realizándose con miras a llevar a Ricardo Cerillo Anaya
a la presidencia de la Cámara de Diputados en diciembre… previo
descarrilamiento del actual vicepresidente —por el PAN, se entiende— José
González Morfín.
El impresentable queretano Anaya pues, es de sobra conocido
como uno de los alfiles con que cuenta el maderismo en la Cámara baja y, de
manera más evidente, el autodenominado Quinteto de la muerte que, bajo las
órdenes de Villarreal, garantiza no sólo el control de la fracción sino que,
aseguran quienes mejor le conocen, estaría siendo considerado como el Plan B de
los maderistas para la presidencia de Acción Nacional en el supuesto de que
“Madero recupere la cordura y abandone su pretensión de reelegirse…”.
División y confrontación, entonces, parecen ser lo de hoy al
interior del otrora partido de los valores y del compromiso o, al menos, entre
sus fracciones parlamentarias y la dirigencia en turno que, virtualmente
secuestrada por una de las tribus salvajes —como las definió Luis Felipe Bravo
Mena— parece enfrentar una muy difícil realidad y un más que oscuro porvenir.
Al tiempo…
Asteriscos
* Luego de tres décadas, México volverá a incursionar en la
construcción de barcos para la industria petrolera, merced al convenio firmado
ayer, ante el presidente Enrique Peña Nieto, entre Pemex de Emilio Lozoya y la
Secretaría de Marina que encabeza el almirante Vidal Francisco Soberón que, con
una inversión garantizada de tres mil millones de pesos, prevé la construcción
de 22 embarcaciones entre remolcadores, barcazas y chalanes, en el marco del
proyecto de modernización de la flota menor de la paraestatal. Bien.
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.
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