Cero Grados.-Andrés Manuel López Obrador, candidato a la
presidencia por la coalición Juntos Haremos Historia, calificó a este domingo
como “histórico y memorable”.
Ante cientos de personas que acudieron al Hotel Hilton en la
Ciudad de México, López Obrador ofreció un discurso en el que se declaró
ganador de la elección.
A continuación, el discurso íntegro del abanderado de la
coalición conformada por Morena, Partido Encuentro Social y Partido del
Trabajo:
Amigas y amigos:
Este es un día histórico y será una noche memorable.
Una mayoría importante de ciudadanos ha decidido iniciar la
cuarta transformación de la vida pública de México.
Agradezco a todos lo que votaron por nosotros y nos han dado
su confianza para encabezar este proceso de cambio verdadero. Expreso mi
respeto a quienes votaron por otros candidatos y partidos.
Llamo a todos los mexicanos a la reconciliación y a poner
por encima de los intereses personales, por legítimos que sean, el interés
general. Como afirmó Vicente Guerrero: “La patria es primero”.
El nuevo proyecto de nación buscará establecer una auténtica
democracia. No apostamos a construir una dictadura abierta ni encubierta.
Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al
orden legal establecido.
Habrá libertad empresarial; libertad de expresión, de
asociación y de creencias; se garantizarán todas las libertades individuales y
sociales, así como los derechos ciudadanos y políticos consagrados en nuestra
Constitución.
En materia económica, se respetará la autonomía del Banco de
México; el nuevo gobierno mantendrá disciplina financiera y fiscal; se
reconocerán los compromisos contraídos con empresas y bancos nacionales y
extranjeros.
Los contratos del sector energético suscritos con
particulares serán revisados para prevenir actos de corrupción o ilegalidad. Si
encontráramos anomalías que afecten el interés nacional, se acudirá al Congreso
de la Unión, a tribunales nacionales e internacionales; es decir, siempre nos
conduciremos por la vía legal. No actuaremos de manera arbitraria ni habrá
confiscación o expropiación de bienes.
La transformación que llevaremos a cabo consistirá,
básicamente, en desterrar la corrupción de nuestro país. No tendremos problema
en lograr este propósito porque el pueblo de México es heredero de grandes
civilizaciones y, por ello, es inteligente, honrado y trabajador. La corrupción
no es un fenómeno cultural sino el resultado de un régimen político en
decadencia. Estamos absolutamente seguros de que este mal es la causa principal
de la desigualdad social y económica y de la violencia que padecemos. En
consecuencia, erradicar la corrupción y la impunidad será la misión principal
del nuevo gobierno.
Bajo ninguna circunstancia, el próximo Presidente de la
República permitirá la corrupción ni la impunidad. Sobre aviso no hay engaño:
sea quien sea, será castigado. Incluyo a compañeros de lucha, funcionarios,
amigos y familiares. Un buen juez por la casa empieza.
Todo lo ahorrado por el combate a la corrupción y por abolir
los privilegios, se destinará a impulsar el desarrollo del país. No habrá
necesidad de aumentar impuestos en términos reales ni endeudar al país. Tampoco
habrá gasolinazos. Bajará el gasto corriente y aumentará la inversión pública
para impulsar actividades productivas y crear empleos. El propósito es
fortalecer el mercado interno, tratar de producir en el país lo que consumimos
y que el mexicano pueda trabajar y ser feliz donde nació, donde están sus
familiares, sus costumbres, sus culturas; quien desee emigrar, que lo haga por
gusto y no por necesidad.
El Estado dejará de ser un comité al servicio de una minoría
y representará a todos los mexicanos: a ricos y pobres; a pobladores del campo
y de la ciudad; a migrantes, a creyentes y no creyentes, a seres humanos de
todas las corrientes de pensamiento y de todas las preferencias sexuales.
Escucharemos a todos, atenderemos a todos, respetaremos a
todos, pero daremos preferencia a los más humildes y olvidados; en especial, a
los pueblos indígenas de México. Por el bien de todos, primero los pobres.
Cambiará la estrategia fallida de combate a la inseguridad y
a la violencia. Más que el uso de la fuerza, atenderemos las causas que
originan la inseguridad y la violencia. Estoy convencido de que la forma más
eficaz y más humana de enfrentar estos males exige, necesariamente, del combate
a la desigualdad y a la pobreza. La paz y la tranquilidad son frutos de la
justicia.
A partir de mañana, convocaré a representantes de derechos
humanos, a líderes religiosos, a la ONU y a otros organismos nacionales e
internacionales, para reunirnos las veces que sean necesarias y elaborar el
plan de reconciliación y paz para México que aplicaremos desde el inicio del
próximo gobierno. Me reuniré todos los días, desde muy temprano, con los
miembros del gabinete de Seguridad Pública; es decir, habrá mando único,
coordinación, perseverancia y profesionalismo.
Seremos amigos de todos los pueblos y gobierno del mundo. En
política exterior, se volverán a aplicar los principios de no intervención, de
autodeterminación de los pueblos y de solución pacífica a las controversias. Y
como decía el Presidente Juárez: “nada por la fuerza, todo por la razón y el
Derecho”.
Con el gobierno de Estados Unidos de América buscaremos una
relación de amistad y de cooperación para el desarrollo, siempre fincada en el
respeto mutuo y en la defensa de nuestros paisanos migrantes que viven y
trabajan honradamente en ese país.
Amigas y amigos:
Agradezco las muestras de solidaridad que he recibido de
dirigentes y de organizaciones sociales, políticas y religiosas del mundo.
Ya hemos contestado las primeras llamadas de felicitación de
Jefes de Estado y de gobierno de algunos países. A todos, nuestro sincero
agradecimiento y respeto.
Debo reconocer el comportamiento respetuoso del presidente
Enrique Peña Nieto en este proceso electoral. Muy diferente al trato que nos
dieron los pasados titulares del Poder Ejecutivo.
Fue ejemplar la pluralidad y el profesionalismo de la
prensa, la radio y la televisión. Los medios de información no fueron, como en
otras ocasiones, correas de transmisión para la guerra sucia. También mi
gratitud a las benditas redes sociales.
Amigas y amigos:
Reitero el compromiso de no traicionar la confianza que han depositado
en mí millones de mexicanos. Voy a gobernar con rectitud y justicia. No les
fallaré porque mantengo ideales y principios que es lo que estimo más
importante en mi vida. Pero, también, confieso que tengo una ambición legítima:
quiero pasar a la historia como un buen Presidente de México. Deseo con toda mi
alma poner en alto la grandeza de nuestra patria, ayudar a construir una
sociedad mejor y conseguir la dicha y la felicidad de todos los mexicanos.
¡Muchas gracias!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
***
Posteriormente, López Obrador ofreció otro discurso, ante
miles de mexicanos, desde el zócalo capitalino, el cual reproducimos íntegro a
continuación:
Amigas, amigos,
Vengo a agradecerles, por su apoyo, por su confianza. Desde
este zócalo de la ciudad de México, corazón político, social, cultural, de
nuestra república. Un saludo a todas y todos los mexicanos. Mi agradecimiento
sincero a todas, a todos los que participaron en esta jornada electoral donde
de manera libre y soberana el pueblo de México decidió iniciar una etapa nueva
en la vida púbica del país.
Se decidió hoy iniciar la cuarta transformación de la vida
pública de México. Triunfó la revolución de las conciencias. Y como dijimos en
el cierre de campaña, no podemos dejar de reconocer que este triunfo pertenece
a todas y a todos. Es el esfuerzo de muchos dirigentes sociales, políticos, de
muchos ciudadanos, indígenas, campesinos, obreros, estudiantes, profesionales,
de todas las clases sociales, de todos los sectores, de todas las religiones,
millones de católicos, millones de evangélicos, y de millones de libres
pensadores.
No vamos a dejar de recordar a los dirigentes sociales, a
los dirigentes políticos que desde hace muchos años han venido luchando por una
verdadera democracia en nuestro país. Siempre los vamos a recordar. Ellos son
los precursores de este movimiento, ellos comenzaron con esta lucha, y no vamos
a dejar de recordar, porque muchos de los que iniciaron con nosotros esta lucha
se nos adelantaron, son finados, pero seguro que desde el cielo están
celebrando este triunfo que hemos logrado.
Desde el primer día, vamos a cumplir todos los compromisos.
No les voy a fallar. No se van a decepcionar, soy muy consciente de mi
responsabilidad histórica. No quiero pasar a la historia como un mal
presidente. Conozco lo que han hecho los otros presidentes, desde Guadalupe
Victoria hasta el actual, y quiero pasar a la historia como un buen presidente
de México.
¡Sí se pudo! Hoy se termina una etapa y vamos a iniciar
otra. Triunfamos y ahora vamos a transformar a México. Voy a dedicarme en este
tiempo hasta el día primero de diciembre, que va a ser la toma de posesión,
todo este periodo lo voy a dedicar a trabajar con los miembros del nuevo
gabinete para elaborar los proyectos, no perder tiempo, afinar lo que vamos a
llevar a la práctica con el propósito de que empecemos ya a trabajar desde
ahora para que iniciando el gobierno, desde el primer día, empecemos a cumplir
los compromisos.
Desde el primer día, les digo, va a aumentar la pensión a
los adultos mayores al doble a los que viven en los estados de la república. Y
se va a garantizar que esa pensión sea universal, y que la reciban también los
pensionados y pensionadas del ISSSTE y del Seguro Social. Desde el primer día
de gobierno todos los discapacitados pobres, van a tener una pensión igual que
la de los adultos mayores. Y desde los primeros días del próximo gobierno
democrático, se va a garantizar a todos los jóvenes de México el derecho al
estudio y el derecho al trabajo.
Y vamos a comenzar también con proyectos para impulsar el
desarrollo de sur a norte, desde Quintana Roo hasta Baja California; proyectos
productivos, como cortinas de desarrollo para arraigar a los mexicanos en sus
lugares de origen, porque el mexicano va a poder trabajar y ser feliz donde
nació, donde están sus familiares, sus costumbres, sus culturas.
Vamos, por eso, a trabajar en los proyectos. Vamos a
trabajar, también, respetando la autoridad constituida. No vamos a faltar el
respeto a las actuales autoridades, vamos a esperar nuestro tiempo y en este
proceso de transición nos vamos a poner de acuerdo para que el país siga su
marcha sin que haya crisis de ninguna índole, que la transición se dé con
armonía, que la transición se dé de manera ordenada, pacífica, sin sobresaltos
de ningún tipo. Ya el día de hoy hablé con el presidente Peña y le pedí un
acuerdo para pasado mañana. El martes, a las 11 de la mañana, nos vamos a
reunir aquí, en Palacio Nacional, para ponernos de acuerdo de cómo se va a
llevar a cabo los cambios de estos últimos meses del actual gobierno. Pero repito:
vamos a actuar en forma respetuosa y la transición va a ser ordenada, para que
se mantenga la estabilidad económica y financiera, que no haya sobresaltos,
para que de esta manera podamos sacar adelante a nuestro país.
Ya también hemos decidido nombrar a un equipo para la
transición. Vamos a que se encargue de la parte económica y financiera el que
va a desempeñar el cargo de secretario de Hacienda, Carlos Urzúa. Y el que va a
ser coordinador de la oficina de la presidencia, Alfonso Romo. Ellos van a atender
toda la parte económica, todo lo que tiene que ver con lo financiero y
económico.
En el caso de la atención de los asuntos internacionales, ya
va a empezar a trabajar en la transición Héctor Vasconcelos y Marcelo Ebrard.
Y para asuntos políticos internos, la licenciada Olga
Sánchez Cordero y Tatiana Clouthier.
El encargado para medios de comunicación va a seguir siendo
quien me ha ayudado mucho, César Yáñez.
Vamos a estarles informando. Pienso que en julio, agosto, la
mitad de septiembre, lo vamos a dedicar a la elaboración del proyecto para
tener las acciones muy definidas que van a aplicarse. Dos meses y medio voy a
estarme reuniendo con los equipos para tener definido el pan. A mediados de
septiembre, hasta finales de noviembre, voy de nuevo a hacer una gira por todo
el país como presidente electo, porque no va a haber divorcio. No es de ya
ganamos y nosotros a gobernar y ustedes a sus asuntos. No, este será un
gobierno para el pueblo y con el pueblo.
Ya no tengo más nada que decirles. Solo así abrazarles
mucho. Que el amor, con amor se paga. Y que así como ustedes me quieren, yo los
quiero a ustedes, y un poquito más todavía. Y no les voy a fallar. Vamos a
aplicar los tres principios básicos: no mentir, no robar y no traicionar al
pueblo.
Viva México.
Viva México.
Viva México.
Fuente: www.animalpolitico.com
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