Columna
Por: Javier Malacara
El despreciable
El que obra mal, se le pudre el ta…mal. Eso es lo que reza
el conocido dicho mexicano, pues al parecer nunca pensó el ex alcalde de Playas
de Rosarito, Javier Robles Aguirre, que ese dicho hiciera efecto en su andar diario.
Pues dicen las malas lenguas que en días pasados, el ex edil
se apersonó en un conocido Banco a hacer una tranza acción (perdón es un error
de dedo, quise escribir transacción) y al estar haciendo línea (porque no cuenta
con un servicio preferencial) los ciudadanos que se encontraban detrás y
delante de él, comenzaron a hacer comentarios de la administración que el encabezó,
¡¡¡Que si no dejaron ni un centavo partido por la mitad!!! ¡¡¡Que si fue la peor de todas!!! ¡¡¡Y que si
ojala y estos no salgan tan ratas como los que se fueron!!!