Bajo el mando de Antonio Torres Servín, a la espera de que Mario Carrillo tome los controles del equipo, el cuadro felino aún sufrió de poca dinámica, sin embargo, en zona defensiva, supo ajustarse perfectamente, con un Darío Verón que está resurgiendo con la fortaleza que el equipo necesita.
Morelia luchó con todo desde el principio, salió desde el primer momento en busca de la victoria y, sabedores de los antecedentes recientes entre ambos conjuntos, en los que han salido con resultados en contra, afianzaron lo mejor posible su zaga.
Incluso, las salidas de Joao Rojas y Christian Valdez en el primer tiempo, ambos por lesión, no cambiaron la dinámica y fortaleza de los locales, ya que continuaron su dominio e hicieron llegadas de peligro de forma constante.
Pero ni la suerte ni la puntería acompañaron en esta ocasión a los michoacanos, ya que cuando el balón no terminó tocando metal o atajado por Palacios, sus delanteros no supieron resolver frente al arco.
Cuando más peligrosos se veían los pupilos de Rubén Omar Romano, al minuto 70, en un tiro de esquina cobrado por Luis García, de entre la lucha en el área surgió la cabeza de Emanuel Villa que, sin titubear, mandó el balón directo a la red para abrir el marcador a favor de los del Pedregal.
Este gol despertó la furia de los Monarcas y se lanzaron con más fuerza al ataque, pero ante esta difícil situación, fue cuando la fortaleza y jerarquía del central Darío Verón se hicieron presentes y no permitieron que Alejandro Palacios se esforzara más de lo necesario para regresar a casa con la victoria.
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