lunes, 23 de marzo de 2015

Expediente Político

La mitomanía de Silvano…..



Por.- Alfredo Calva


Quien de manera reiterada y continua miente, se le llama mitómano, y en tal situación se encuentra el alcalde rosaritense Silvano Abarca Macklis, quien, no solo aprovecha la ocasión en los foros a los que es invitado, sino que ahora utiliza la publicidad institucional para intentar engañar a sus conciudadanos al adjudicarse acciones y obras que son ajenas a su ejercicio gubernamental.



Tal parece que el alcalde de Rosarito siente una extraña fijación por querer destacar logros que no son de su injerencia personal o de su gobierno, como lo es las diferentes obras que en su administración se han y actualmente se desarrollan por la paramunicipal PRODEUR, especialmente las relacionadas con la infraestructura deportiva.


Ya en otra entrega hacíamos referencia a esta anómala situación en la que incurría continuamente el alcalde de Rosarito, la de adjudicarse el trabajo y logro de otros funcionarios, especialmente los pertenecientes al poder legislativo, sin embargo, ahora no solo maneja las falacias en el ámbito verbal, sino que su pasión por el lucimiento personal lo han llevado a trasladar el engaño al lenguaje escrito.  


El embuste que institucionalizaron los subordinados de Silvano Abarca, -desconozco si por órdenes directas del edil, o por iniciativa propia, por aquello de que los malos ejemplos cunden, o hay muchos pendones con iniciativa- la plasmaron en un espectacular colocado a un costado de la carretera escénica y en el que se induce a los ciudadanos a creer que, gracias al pago del impuesto predial, se realiza la construcción de la segunda etapa del Centro Tenístico.


Tal aseveración se encuentra alejada de la realidad, el Centro Tenístico es una obra que se gestó y elaboro el proyecto ejecutivo en la administración del V Ayuntamiento y fue consensuada y cabildeada en la cámara baja del Congreso de la Unión, por la diputada federal del VIII distrito electoral, Mayra Robles Aguirre e iniciada su construcción en los últimos días del gobierno de Javier Robles Aguirre.


Es incomprensible, porque no le suma capital político, el afán del alcalde Silvano Abarca por adueñarse de triunfos robados, nada gana con tratar de embaucar a los rosaritenses, muchos conocen el origen de las obras que actualmente ejecuta su gobierno, y a las que tiene la obligación de realizar en tiempo, forma y con la mejor calidad, de seguir con esa táctica, su ya de por si desgastada imagen -si se hace una auscultación en estos momentos, Silvano no alcanza un seis de calificación- concluirá su gobierno como uno de los las peores administraciones.


La humildad en política no es signo de debilidad, es símbolo de fortaleza.  


Que alguien le explique.



Ironía…….


Es que, el director de Obras Públicas, Arnoldo Olivarría, no acuda a cumplir con sus obligaciones laborales, pero si se apersone puntualmente en las tardes de “café y pan”, para apoyar la campaña política de Fernando Serrano y Carlos Peraza.

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