lunes, 1 de febrero de 2016

Confidencial Político

Por Enrique Méndez / Bibi Gutiérrez

No es que no entienda; no es que no sepa, lo que ocurre es que el presidente municipal de la sufrida, saqueada y corrompida Tijuana, Jorge Astiazarán Orcies un cero a la izquierda en el ayuntamiento, tiene prohibido tomar una decisión y mucho menos ordenar, sin antes pasar por el reclinatorio del Hipódromo, allá en donde el casinero Jorge Hank Rhon, regaña, castiga y premia a los animales de su zoológico.

 Lo anterior viene a tema, porque destemplado alcaldito Astiazarán, ya dio sobrada muestra de que en el ayuntamiento no es absolutamente nada, más que un títere, un pelele al que nadie toma en cuenta, mucho menos el bandido que por decisión de Jorge Hank, despecha como secretario municipal, desde cuya posición, Bernardo Padilla Muñoz sólo hace dos cosas, cuidar los intereses del desprestigiado mexiquense, golpeando los intereses empresariales de sus adversarios políticos y comerciales y; recaudar decenas de miles de dólares cada mes, que le son entregados por los corre-ve-y-dile de los capos del vicio y la prostitución en la ciudad, entre ellos el tal licenciado Javier Fuentes.
Y precisamente ese sujeto, que se presume licenciado y no sabe ni escribir correctamente su nombre, es el mismo que amenaza, ordena, golpea y clausura, a quienes se portan mal y no cooperan con el ayuntamiento, con un pago mensual que va de los 5 a los 9 mil dólares mensuales por negocio, para que puedan trabajar sin problemas; darle vuelta al reloj, nunca cerrar sus y violar impunemente todo tipo de ordenamientos municipales y federales.
El sedicente licenciado Javier Fuentes, se encarga, como lo presume con sus amigos periodistas, esos que todos conocen, esos que viven del sablazo en la zona norte, de entregar un par de maletas al enviado de Bernardo Padilla; una, la más importante para el secretario municipal, lleva dentro 100 mil dólares, algo así como un millón 700 mil pesos mensuales, como agradecimiento de los lenones a su amistad.
Precisamente quien se ha encargado de andar extorsionando, desde que inició el (des) gobierno del pintoresco y torpe socorrista que despacha como alcalde, es el ahora flamante Director de Comunicación Social del ayuntamiento, Jesús Velazco Soto un sujeto camaleónico, traicionero y presunto cómplice de narcotraficantes y personajes cúpula del crimen organizado.
Esa presunta complicidad criminal de Velazco con narcotraficantes, es un asunto del dominio público en Tijuana; él mismo lo presume con quien lo quiere escuchar. Se jacta de que para cualquier asunto relacionado con los negocios de aquellos ante el ayuntamiento, al que se busca es a él, porque el mismo alcalde y su secretario Padilla le han comisionado la atención de esas cuentas.
Precisamente hoy compartí el desayuno con un par de periodistas amigos míos, que me expresaron su preocupación por lo que pasa en el ayuntamiento, en donde el sello criminal es cada vez más evidente; imagínate ahora el enlace con los medios de comunicación, es un sujeto al que se le han documentado múltiples fechorías, al que se supone que la Procuraduría General de la República tiene bajo la lupa, me dijo uno de los reporteros.
Con todo y que Velazco ha sido el cobrador de derecho de piso para Padilla Muñoz, amparado en el nombramiento de director de Desarrollo Político, desde ahí no perjudicaba a nadie, no causaba ningún problema, más que a aquellos a los que agrada vivir al margen de la ley; su trabajo lo hacía desde la oscuridad que ampara la componenda, la extorsión y la amenaza.
No es lo mismo ser un funcionario cuya actividad realiza en lo oscurito, para que no lo vean, para que nadie se entere de su corrupta tarea, que ser la cabeza de una dirección tan importante como Comunicación Social, el rostro del municipio, me comentó un influente reportero, amigo mío desde que llegué a Tijuana a fines de los ’90.
Desde aquellos años, a principios de los 90, Velazco inició su cuestionada incursión en las oficinas de comunicación social, como jefe de prensa en la delegación de la PGR en Baja California y, también desde aquellos años le tomó el gusto a vivir de la dádiva, de la limosna de capos del narcotráfico. Le encantaba fanfarronear con su amistad con los señores Arellano Félix. Hoy, sigue igual, sólo que se dice amigo, hermanito del boxeador Julio César Chávez.
Y como para tener la cara en alto, hay que tener el piso muy limpio, muchos de los periodistas de la región, se muestran preocupados, de que el señor Velazcoel amigo de aquellos pueda tomar como personal algún trabajo relacionado con el pestilente estercolero en que se ha convertido el ayuntamiento de Tijuana.
Y aunque la figura de Velazco ha estado exenta del escrutinio público, la ambición del corrupto secretario municipal y la ceguera e inocencia del alcalde, lo van a llevar por un camino que solo tiene un final cantado: desprestigiado, solo y en la cárcel y, en el camino, llevarse lo poco que le queda a la corrupta administración del doctor Astiazarán.
Lo más grave para los priístas de Tijuana y me refiero a los de verdad, a los que no están enchufados en la nómina del municipio, a los que no se prestan a servir al PAN, sirviéndose del PRI, es que la estupidez, la corrupción y el abuso de poder en que incurre Bernardo Padilla, el priísta más panista del municipio, les puede garantizar algo: van a perder de manera vergonzosa en la próxima elección.
Así las cosas, la torpe como arriesgada designación del nuevo director de Comunicación Social, pone al inocente Astiazarán en el filo de la navaja, al borde de ser relacionado con los amigos de Chuy Velazco, la mayoría de ellos bajo investigación de la PGR; muchos de ellos, incluidos entre los más buscados.

Hay que ver si Velazco sigue presumiendo su amistad, desde hace años, con el preso número uno del país, el señor Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán.

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