El lupus, es una enfermedad crónica que afecta el sistema inmunológico. Zuleyma, con 13 años de trabajo en el HGM, recibió su diagnóstico en 2014, que inició con signos y síntomas como lesiones en la piel por exposición al sol, cansancio y dolores articulares. “Después de varios laboratorios, el reumatólogo me diagnosticó e inicié tratamiento, me asusté mucho, aunque tenía solo síntomas leves. Mi esposo y mi familia siempre me apoyaron y eso ayudó bastante”.
Zuleyma comenta como la enfermería ha sido esencial para ella, y que hay quien la motiva a seguir trabajando, “Mi motor es mi niño, hay días en que tengo mucho cansancio y es difícil levantarme, pero yo digo, hay gente que tiene una condición peor que yo, y entonces me levanto. En quien pienso siempre es en mi niño, y agradezco mucho el apoyo de mi esposo, de mi familia, y la consideración de mis jefes de trabajo, en cuanto a mis actividades no ha afectado nada, la enfermedad no me invalida”.
Irlanda Ramírez, cuenta como en el 2018 le diagnosticaron con lupus eritematoso sistémico, y fue en su momento un cambio muy drástico en lo familiar, en lo emocional y por ende en el trabajo, porque ya no podía estar en las áreas donde me desempeñaba. “Tengo dos hijos de 12 y 13 años, son dos niños muy conscientes, que saben del padecimiento de su mamá”.
El tratamiento, comenta Irlanda, es a base de inmunosupresores vía oral, “tengo días buenos y días malos todo depende de mis defensas, y de cómo se encuentre mi sistema inmunológico, no existe una cura, solo se aprende a vivir con ello” recalcó.
“El compañerismo ayuda mucho, a ellos les debo gran parte de mi progreso; emocionalmente me hace bien estar aquí, no me imagino haciendo otra cosa. Quiero decirle a la gente que se puede vivir con el lupus; ser mamá es difícil si, y ser mamá con una enfermedad lo hace más complicado, pero no hay mayor motivación que el que tengamos hijos para poder seguir adelante”, finalizó.
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