Los enfrentamientos entre organizaciones delictivas, la alta incidencia de delitos de alto impacto que se mantuvo el último año y la conformación de grupos de autodefensas, son algunos de los rasgos que preocupan a los inversionistas al considerar a nuestro país para invertir.
De acuerdo con el informe, la estrategia gubernamental ha enfrentado incredulidad o crítica ante el sector que ve lo que está sucediendo no como una mejora, sino una opacidad o manipulación de los verdaderos datos de la seguridad pública.
La situación de seguridad pública se enumera del 1 al 5 en donde 1 representa a un país seguro y 5 representa un país muy inseguro. Las marcas en color rojo representan un índice alto o tendencia a empeorar, amarillo representa estabilidad con posibles cambios y verde representa estabilidad sin cambios:
Aunque se ha registrado una baja en los delitos de alto impacto, y se han llevado a cabo capturas de capos como la de Joaquín, el Chapo, Guzmán, el líder del cártel de Sinaloa, se ha mantenido el nivel de inseguridad y en algunas zonas ha aumentado, como es el caso de Michoacán con las autodefensas y los enfrentamientos entre el gobierno, la organización de Los Caballeros Templarios y los civiles armados.
De acuerdo con la firma de asesoría de negocios global, otras entidades donde se ha acentuado la violencia son Tamaulipas, Guerrero, Estado de México, Nuevo León y la zona metropolitana de la Ciudad de México. Además, el secuestro, la extorsión y el robo a mercancías afectaron directamente al sector empresarial durante el último año.
Golpes como la captura del Chapo y los líderes templarios tienen un impacto mediático, pero no en la inseguridad real, aunque la consultora afirmó que aún es muy pronto para saber el efecto real de la captura de líderes de los cárteles.
Sergio Díaz, jefe de la oficina de FTI Consulting en México, añadió que “si bien la detención o eliminación de importantes líderes de algunos de los cárteles del narcotráfico ha fortalecido la credibilidad de la estrategia anticrimen del actual gobierno, lo anterior convive con un recrudecimiento o continuación de la violencia en entidades como Guerrero, Jalisco, Estado de México, Tamaulipas y Michoacán junto con un aumento muy fuerte en la incidencia delictiva en zonas urbanas de regiones como el Bajío, Nuevo León y la zona metropolitana de la Ciudad de México.”
México fue calificado con el número más alto de peligrosidad dentro de una escala del 1 al 5, aunque fue colocado en el quinto lugar, detrás de Venezuela, Honduras, Guatemala y Haití.
El análisis regional
“Durante la última década, América Latina ha demostrado un sólido crecimiento económico con mejor integración, mayor compromiso con los sectores sociales más débiles y con gobiernos democráticos más afianzados,” dijo Frank Holder, Presidente de América Latina para FTI Consulting. “Sin embargo, la inclusión y la movilidad social no han eliminado el azote de la inseguridad pública y continúan siendo, junto con el crimen organizado, el lavado de dinero, la corrupción y el narcotráfico, temas principales en las agendas de los gobiernos regionales.”
El fenómeno de crimen organizado y violencia extrema que rodean las actividades de cárteles de drogas y el movimiento de estas sustancias desde su producción hasta la llegada a mercados de consumidores “continúa siendo una importante fuente de inseguridad pública en regiones de Centroamérica y México.”
Además, los analistas consideraron que “los desórdenes sociales y políticos se han convertido en un factor para algunas de las economías con más problemas, como Venezuela.” En otros países como Colombia y Brasil, “a pesar de una importante inversión que ha conducido a mejoras marcadas”, el crimen ha resurgido y ha sido difícil de controlar.
En suma, “la inseguridad pública en la región continúa demandando recursos significativos de la comunidad empresarial a fin de proteger sus activos esenciales” y diezma la competitividad de la región en la lucha por atraer inversiones.
Metodología
El índice examina la manera en la que cada país en la región trabaja con vistas a reducir los niveles de inseguridad pública, con un enfoque particular en la comunidad empresarial. Esto permite observar las tendencias a largo plazo en términos de mejora o retroceso de la situación de seguridad.
Las categorías se basan en cifras oficiales federales, estatales y municipales referentes a áreas como homicidios, delitos graves, crimen organizado y tráfico de drogas, robo de cargamentos y almacenes, asalto a casas-habitación, secuestro, desórdenes políticos y laborales, disturbios y manifestaciones violentas, así como análisis de eficacia de los programas gubernamentales dirigidos a abordar estos problemas. Sólo se han tomado en cuenta datos de informes gubernamentales confiables, así como datos y estudios generados por ONG y organizaciones multilaterales.
Las fuentes incluyen medios regionales fidedignos con el objetivo de obtener información más específica sobre ciertos fenómenos, así como investigaciones académicas sobre el tema. Por último, también se utiliza información recabada directamente por contactos de trabajo y negocio en la región.
Fuente: animalpolitico.com
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