lunes, 9 de febrero de 2015

El retraso a la verdad

Inexperiencia de Síndico Procurador  permite como asesores  “soplones políticos”


Miguel ROJAS SALAZAR
La asesora de Arturo Ledesma Romo  síndico Procurador de Tijuana, Ericka Enciso Limón  vulnerando la confianza de su función,  atesoró datologia importante sobre expedientes “archivados” o “muertos”   que  estaría  comerciando a nivel privado y con partidos políticos, por lo que además de despedida podría  abrírsele investigación sobre el  “sucio negocio” que opera con archivos patrimoniales del XXI Ayuntamiento.

El delicado tema pone en evidencia a Ledesma Romo, merced a su novatez como funcionario ha permitido infiltración de espías aprovechándose de ser sus asesores. Ericka Enciso Limón, precandidata de Movimiento Social a una diputación imposible en el distrito VIII,  penetró hasta los archivos secretos afectando a la municipalidad su  autonomía y gobernabilidad, amén del perjurio al rendir protesta, lo  que podría costarle una denuncia y cara su corrupción.
Y es que la asesora de Ledesma Romo, al entrar en funciones estaba obligada a enterase de todo y cuanto existía o se “fabricaba” al interior de sindicatura procuradora, lo que hace ilegal su “modus operandi” para extraer información privada  porque no es el canal, ni la forma, ni el modo de hacer públicas investigaciones o asuntos pendientes o en vías de culminación, eso, es lo que provoca el delito pues el cauce legal es a través del órgano de transparencia Municipal.
La evidencia simple que etiqueta como  “soplona” a Enciso Limón, es su reciente despido derivado de sospechas de operar una red de corrupción y chantaje a taxistas “piratas” a cambio de “negociar” con funcionarios de primer nivel un “pasaporte” que permitiera libertad a su circulación ilegal entre otros puntos, lo que desconocía la autoridad competente y resulta en  agravio  del H Ayuntamiento  que administra el Dr. Jorge Astiazarán Orci, abogado invariable contra la corrupción.
Hace unos días, posterior a la dimisión de Enciso Limón, surgió un detalle significativo que hace trasponer la línea de la sospecha a la consumación de actos corruptos sobre la asesora.
Unos cuanto taxistas se inconformaron ante el síndico procurador Arturo Ledesma Romo, en el umbral de sus oficinas, el hecho es relevante porque evidencia que fueron “movidos” por la aspirante a diputada de movimiento ciudadano, últimamente centro de atención de escándalos públicos, en el irónico escaparate de un partido como Movimiento Ciudadano que contradice sus postulados moralistas y despliegue de ética conservadora.
Otra acción altamente reveladora de la asesora de “confianza” de sindicatura Municipal, es la que subraya   el proverbio “ Excusatio non petita, accusatio manifesta”  excusa no pedida, acusación manifiesta, equivalencia a que  todo aquel que se disculpa de una falta sin que nadie le haya pedido tales disculpas se está señalando como autor de la falta, simplificando la frase,  quien se excusa se acusa.
La aludida, además de incitar a taxistas de una organización a que exigieran su “reacomodo” vendiéndoles su capacidad y sensibilidad como funcionaria, se hizo acompañar de Dora Pesqueira y el ex director de Desarrollo Social Héctor Cruz Aparicio, como padrinos de reinstalación y persuasión de  “arrepentimiento” a Ledesma Romo.
En estos momentos el control de sindicatura está dividido, una parte es lo que el síndico  maneja al interior, pero lo peor es que resultase al exterior los archivos negros y los “muertos”, pues la cara asesoría tiene parte importante de asuntos delicadísimos con los que “presume” negociar a través no propiamente de una decencia y ética sino de una vil coerción.
Lo que sí es creíble en todo este asunto es otro refrán que profetiza; si deseas que se enteren de tu vida privada los que no sabían nada de ti, hazte político y  la desmedida ambición, la mala fama como corrupta, y sus “ligues” con hombres de poder y política para ascender a su proyecto de vida privado están proyectando  más que nunca  a la Ericka Enciso Limón “desconocida”.
Lo grave es que la oficina que representó con indicios de indignidad no solo fue para “asesorar” sino para filtrar información sin complementación de investigación ni firma de expedido o despachado que no correspondía a su labor, sino que lo hizo para beneficiarse  y lucrar en especie o en capital.
Y en consecuencia, el área  que corresponde a sindicatura sus objetivos son paradójicos pues estando para revisar y fiscalizar que no se cometan  irregularidades  ahí nacen las  irregularidades.

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