Por: Fernando Ruiz
Dice un dicho y dice bien, que cuando el gato se va, los ratones se pasean.
Y eso es lo que está ocurriendo en el Gobierno del Estado de Baja California donde, ante la ausencia física y operativa del gobernador Francisco Vega de Lamadrid, los funcionarios de primer nivel andan agarrados del chongo por favores y posiciones, lo cual puede resultar peligroso ante el momento político que se vive.
De acuerdo con nuestro duendecito azul, el gran ganador de este abierto enfrentamiento es hasta el momento el secretario general de Gobierno, Francisco Rueda Gómez, quien poco a poco ha logrado colocar en posiciones importantes dentro de la estructura oficial y en el Partido Acción Nacional a destacados miembros del Grupo Palaco.
Incluso, aunque hay que reconocer que la beneficiada brilla por luz propia, logró colocar en una posición privilegiada a su esposa, Gina Cruz, en la lista de aspirantes a una diputación federal por la vía plurinominal.
Sin embargo, no todo es de color rosa.
Todos estos movimientos han sido tomados con recelo por miembros de los otros grupos políticos que conforman el PAN en Baja California, pues consideran que Paco Rueda ha demostrado en muy poco tiempo un desmedido afán de poder que pudiera convertirse en un serio dolor de cabeza para el partido y, en especial, para el gobernador Vega de Lamadrid.
Si bien es cierto que al holográmico Gobernador parece no importarle en absoluto lo que pase o deje de pasar en Baja California, la situación no ha pasado desapercibida para quienes ven con cierta preocupación el crecimiento político del orgullo de la delegación González Ortega, en Mexicali.
Un crecimiento que viene desde su ingreso a la subsecretaría general de Gobierno desde donde, aseguran quienes de esto saben, operó para filtrar la información sobre la orden de aprehensión en contra del entonces secretario general de Gobierno y amigo personal del jefe del Ejecutivo, el Dr. Guillermo Trejo Dozal.
Rueda Gómez, hay que recordar, fue el directamente beneficiado con la renuncia obligada de Trejo Dozal, al ser invitado por el jefe del Ejecutivo Estatal a ocupar el cargo que durante unos cuantos meses ocupó el médico que alguna vez participó como candidato a la alcaldía de Mexicali bajo las siglas del PRD, cosa que los panistas conservadores nunca le perdonaron.
Desde la General de Gobierno Paco Rueda ha venido consolidando su grupo político, desplazando en consecuencia a otros, especialmente los que tienen su origen y asiento en la Zona Costa y concretamente en Tijuana.
Entre las más recientes víctimas de esa encarnizada pugna por el poder, anote usted a los hermanos Ricardo y Héctor Magaña Mosqueda, éste último sacrificado primero como aspirante al Consejo de la Judicatura y luego con la candidatura a la diputación plurinominal.
Rueda Gómez no puede ser omiso en recordar que los Magaña son, especialmente Ricardo quien actualmente ocupa la Secretaría de Desarrollo Social del Estado, hábiles operadores políticos en la región de Tijuana y que una huelga de brazos caídos el día de la elección, les puede complicar los resultados.
Tal vez por eso se entiende la llegada de otro miembro del grupo Palaco a la Secretaría General del CDE del PAN en Baja California, en la persona de José Félix Arango, quien no sólo va por los más de 82 mil pesos mensuales de sueldo, sino que se convertirá en los ojos y brazos del Gobierno del Estado para evitar sorpresas desagradables.
Félix Arango es también un panista con grandes habilidades operativas que tendrá que hacer el trabajo que, hasta ahora, no ha hecho el presidente José Luis Ovando Patrón.
Para los panistas de la zona costa, todos estos movimientos a cargo de Rueda Gómez no han pasado desapercibidos y según se dice, se sienten peligrosamente desplazados porque, si las cosas salen bien en el proceso federal, el mérito será para el Secretario General de Gobierno.
De ser así, Paco Rueda tendrá “mano” para el proceso electoral local del año próximo en materia de designación de los candidatos a Alcaldes, síndicos, regidores y diputados locales y su fortaleza política sería si no superior, similar a la del propio Gobernador del Estado.
Y, cuidado, que al jefe no se le empareja ni para rebasarlo.
Lo grave es que todo puede ocurrir en un Estado en el que el jefe político, está ausente.
CORREA VIVE
Tarde, pero sin sueño, el que finalmente dio señales de vida es el ahora diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática y dirigente estatal de dicho instituto político, Abraham Correa Acevedo.
A través de un boletín de prensa, el ex empleado de la General de Gobierno de Baja California, se suma a las exigencias de los sanfelipenses y ensenadenses para que el precio de las gasolinas y el diésel se homologue a los de Tijuana, Mexicali, Tecate y Rosarito.
Alguien que le avise que desde hace varios días los legisladores del PRI y el PAN, así como del PVEM, han hecho eco a las demandas de los empresarios, comerciantes y la sociedad en general e incluso que las pláticas ya se encuentran muy avanzadas y de un momento a otro podría darse la respuesta al respecto que, se espera, sea favorable.
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