Cero Grados.- La Presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California (CEDHBC), Melba Adriana Olvera Rodríguez. Impartió la conferencia “Historia, Mitos y Realidades sobre el Día de la Mujer” ante estudiantes de la Universidad del Valle de México, campus Mexicali.
Con la presencia del Rector José Moisés Castro del Águila y la Directora Académica Yolanda Sarai Villa, la Ombudsperson apuntó que las mujeres y las niñas constituyen más de la mitad de la población del mundo. Se encuentran en la primera línea y suelen ser las personas más afectadas, en comparación con los hombres y los niños, por la pobreza, el cambio climático, la inseguridad alimentaria, la falta de atención sanitaria, y las crisis económicas mundiales. Sus aportaciones y su liderazgo son fundamentales para encontrar una solución.
Olvera Rodríguez señaló que la desigualdad entre los géneros persiste en todo el mundo. Acabar con ella requiere esfuerzos enérgicos para combatir la discriminación profundamente enraizada, que a menudo es consecuencia de actitudes patriarcales y de las normas sociales que estas conllevan.
La igualdad de género está en el centro mismo de los derechos humanos y los valores de las Naciones Unidas. Un principio fundamental de la Carta de las Naciones Unidas, aprobada por los dirigentes del mundo en 1945, es “derechos iguales para hombres y mujeres” y la protección y el fomento de los derechos humanos de las mujeres como responsabilidad de todos los Estados, subrayó.
En ese sentido, Olvera Rodríguez enfatizó que el logro de esa igualdad y el empoderamiento de las mujeres y niñas requieren esfuerzos más enérgicos, incluso en los marcos jurídicos, para combatir la discriminación profundamente enraizada, que a menudo es consecuencia de actitudes patriarcales y de las normas sociales que estas conllevan.
La Presidenta de la CEDHBC destacó que los derechos humanos de las mujeres son: sociales: al agua y a la alimentación, a la vivienda, a educación y a créditos, escoger trabajo, igual remuneración por igual trabajo, gozar de salud y de ejercer sus derechos sexuales y reproductivos y a la seguridad social; políticos: a votar y a ser elegida para cargos de representación, a participar y asociarse en organizaciones ciudadanas o partidistas, acceso a información y a que se apliquen las cuotas como acción afirmativa; y económicos: derecho a trabajos dignos, a títulos y a la propiedad de la tierra, a la autonomía y libre de explotación, a créditos y proyectos productivos, decidir sobre bienes y patrimonio y al empoderamiento personal y colectivo.
Después de hacer un breve repaso de la historia de los derechos de las mujeres en México, la Ombudsperson recordó que en 1985 se estableció la Comisión Nacional de la Mujer, mientras que en 1996 se aprobó la Ley de Cuotas. De manera paralela se consolidaron las instituciones públicas de mujeres que coadyuvan al desarrollo de las políticas públicas de equidad de género. En 2001 se creó el Inmujeres como órgano rector de la Política Nacional para la Igualdad entre mujeres y hombres, mientras que en 2002 se reformó el Código Federal de instituciones y Procedimientos Electorales, obligando a los partidos políticos a inscribir por lo menos el 30 por ciento de las candidaturas femeninas en las listas a puestos de elección popular en calidad de propietarias; además de asegurar en las listas plurinominales, una mujer por cada tres hombres.
De igual manera, se crearon la Ley General para la igualdad entre Hombres y Mujeres y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y se logró la aprobación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que estableció por primera vez la coordinación institucional para prevenir, proteger y erradicar la violencia, además de contar con un presupuesto para asegurar su implementación.
La desigualdad entre los géneros persiste en todo el mundo. Acabar con ella requiere esfuerzos enérgicos para combatir la discriminación profundamente enraizada, que a menudo es consecuencia de actitudes patriarcales y de las normas sociales que estas conllevan, no obstante, millones de mujeres del mundo entero siguen siendo víctimas de la discriminación, apuntó. Además, algunos grupos de mujeres se enfrentan a modalidades complejas de discriminación debidas a factores tales como la edad, la etnia, la discapacidad o la condición socio-económica que se añaden a su condición femenina.
Olvera Rodríguez señaló que para garantizar de manera eficaz los derechos humanos de las mujeres es preciso, en primer lugar, una comprensión exhaustiva de las estructuras sociales y las relaciones de poder que condicionan no sólo las leyes y las políticas, sino también la economía, la dinámica social y la vida familiar y comunitaria. Es preciso desactivar los nocivos estereotipos de género, de modo que a las mujeres no se les perciba según las pautas de lo que “deberían” hacer sino que se les considere por lo que son: personas singulares, con sus propios deseos y necesidades.
Agregó que la discriminación por motivo de sexo está prohibida en casi todos los tratados de derechos humanos, lo que abarca también el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que en virtud del artículo 3, común a ambos, aseguran a los hombres y a las mujeres igual título a gozar de todos los derechos enunciados en esos documentos. Además, hay tratados y órganos de expertos dedicados específicamente a hacer realidad los derechos humanos de las mujeres: La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
La Presidenta de la CEDHBC observó que si bien entre 2000 y 2015 se produjeron avances a nivel mundial con relación a la igualdad entre los géneros gracias a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (incluida la igualdad de acceso a la enseñanza primaria), las mujeres y las niñas siguen sufriendo la discriminación y la violencia en todos los lugares del mundo. Por este motivo, continúa siendo necesario el cumplimiento del objetivo de igualdad, ahora a través de la Agenda 2030. Esta agenda ha ratificado un objetivo específico de igualdad de género y de empoderamiento de las mujeres señalando, asimismo, su relevancia para alcanzar los restantes. Por tal razón, en esta agenda se presenta un objetivo específico para lograr el empoderamiento de las mujeres, el Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
El logro de esa igualdad y el empoderamiento de las mujeres y niñas requieren esfuerzos más enérgicos, incluso en los marcos jurídicos, para combatir la discriminación profundamente enraizada, que a menudo es consecuencia de actitudes patriarcales y de las normas sociales que estas conllevan. Si se facilita a las mujeres y niñas igualdad en el acceso a la educación, atención médica, un trabajo decente y representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas, se impulsarán las economías sostenibles y se beneficiará a las sociedades y a la humanidad en su conjunto, concluyó Melba Adriana Olvera Rodríguez.
Cabe mencionar que la misma conferencia fue impartida por la Ombudsperson en el Centro de Estudios Superiores en Ciencias Penales de Mexicali, en la cual se encontró presente la Directora Académica del Centro, Delfina Pazos.
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