Rosarito Informa.- Un magistrado penal del Supremo Tribunal de Justicia del estado revocó la sentencia de libertad con trabajos comunitarios que un juez de control de oralidad había impuesto a dos de los agresores de la reportera Karla Silva.
Además, resolvió que ambos tendrán que purgar casi cuatro años y ocho meses en semilibertad, por lo que pasarán los fines de semana en prisión durante ese tiempo.
El magistrado José Luis Hernández destacó que la sanción impuesta en un principio a Joaquín Osvaldo Valero Galván y José Samuel Ornelas Martínez –éste último, responsable de golpear a la reportera el 4 de septiembre pasado-, no correspondía a la gravedad de los hechos, al resaltar que la víctima fue una periodista que se encontraba cumpliendo con su labor y en su lugar de trabajo, así como por la violencia de género ejercida y la desventaja física y numérica en que se encontraba.
“Las instituciones deben evitar la impunidad de los delitos contra las mujeres, pues de no ser así, se envía el mensaje de que la violencia contra la mujer es tolerada, lo que favorece su perpetuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la sensación de inseguridad de las mujeres, así como una persistente desconfianza de éstas en la administración de justicia”, indicó el magistrado al modificar el fallo inicial contra los dos agresores confesos.
La resolución aumentó en casi un año la sentencia que inicialmente había dictado el juez.
Joaquín Valero y Samuel Ornelas habían sido sentenciados en abril a una pena de 3 años, 11 meses y 3 días, tras declararse culpables de lesiones calificadas, robo calificado y amenazas en agravio de Karla Silva, Adriana Palacios y el periódico El Heraldo de León, en un juicio abreviado al que se acogieron.
En ese momento, el juez de control determinó que ambos podían cumplir esta sentencia con trabajos comunitarios en libertad, lo que fue impugnado por la fiscalía que defiende a la reportera y a su compañera.
Con la semilibertad condicionada, ambos agresores tendrán que permanecer los sábados y domingos recluidos en el Cereso de Irapuato.
La reportera, dijo el magistrado del Poder Judicial estatal, se encontraba inerme ante el ataque de que fue objeto el 4 de septiembre en las oficinas del periódico, pues incluso para protegerse buscó resguardarse debajo de su escritorio, lugar en el que la siguieron dañando “y además le profirieron el anuncio de un mal futuro si no le bajaba a las notas que publicaba”.
Otro de los agresores, José Luis Hernández Valdenegro, compareció en el juzgado hace una semana para declarar previo al juicio que se sigue, y por el cual permanece preso el subdirector de la Policía Municipal de Silao, Jorge Alberto Fonseca Durán.
Valdenegro señaló al presidente municipal de Silao, Benjamín Solís Arzola, como quien se comunicó con el titular de la Policía Nicasio Aguirre para ordenarle el ataque a la reportera, “para que le quede claro el mensaje” ante la incomodidad generada por su trabajo periodístico.
Fuente: Proceso
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