Los
cómplices
Por: Francisco Castro Trenti
Concluía el artículo
anterior precisando que en el caso de las comparecencias de los titulares de la
SSPE y de la PGJE con motivo de la glosa del informe mudo de Kiko Vega, “los
diputados pasivos y complacientes serán corresponsables de la grave mediocridad
que prevalece en materia de seguridad y justicia en Baja California, que tiene
sumidos a los ciudadanos en una creciente ola de delincuencia y de impunidad.
Aquí daremos puntual cuenta de ello”. Y penosamente, salvo una excepción, así
fue.
La primera fue de
Daniel de la Rosa, en una sesión de la Comisión de Seguridad Pública realizada
de panzazo por la ausencia de los diputados Rubalcava (PRI) y Barraza (PBC),
que estuvo plagada de preguntas cómodas, fáciles y ciertamente irrelevantes
cual si no fuera de especial relevancia conocer los motivos de la mediocre,
inoperante e ineficiente política que en materia de seguridad y justicia
prevalece en Baja California, tanto en la realidad como en la percepción.
Como si tuviera prisa
en la primer sesión de esta Comisión en 26 meses de ejercicio legislativo, el
presidente de la misma (Alcibiades MC) apuraba una corta intervención de 5
minutos a los diputados, para respuestas cortas de los desglosantes; tal
pareciera que el formato es sólo para cubrir una formalidad que resulta
irrelevante en la realidad porque así, como las celebran, es una pérdida de
tiempo para los participantes y una burla para el ciudadano, que exigiendo
respuestas a tan infame actuar que incrementa día a día los índices delictivos,
se da cuenta que se convierte en una reunión social de cebollazos mutuos
rayando en algunos casos –como el de la diputada Regalado- en penosa e
irrelevante docilidad.
Así, en un escenario
cómodo, el titular de la SSPE manejó la estadística y los números a su
conveniencia tanto en supuestas bandas delictivas capturadas, vehículos
recuperados, población penitenciaria y egresados de la Academia Estatal, pregonando
que se han aceptado pocos aspirantes por los ‘filtros’ cuando lo cierto es que
no hay dinero para plazas policiales que permitan contribuir a un eficaz
combate a la delincuencia. Disfrazó el incremento delincuencial comparando la
cantidad de delitos cometidos con los sangrientos años de 2007-2009, cuando lo
cierto es que desde 2013 el incremento delictivo anual es de casi 6 por ciento
y que de continuar así, este 2015 cerrará siendo el mayor delincuencial desde
2011. Nada dijo y nadie le preguntó -salvo el diputado Mendivil (PRI) quién, a
la altura de las circunstancias, formuló varias directas, claras, precisas,
concisas y con sustento, visibles a partir del minuto 49 del video de la
comparecencia- respecto de las caóticas cifras de casi 30 mil vehículos
robados, de los más de 112 mil robos en diversas modalidades –a casa, a
comercio, de vehículos, en vía pública, etc.-, de que se han cometido 1 mil 488
homicidios dolosos, de que el secuestro ha crecido casi un 30 por ciento –los
denunciados, claro-, al pasar de 33
a 41, y que el delito de violación ha crecido 17 por
ciento –entre otros-. Por supuesto que ninguno de los diputados presentes le
preguntó respecto de su hermano atrapado con las manos en la masa fraudulenta
acusado de disponer para sí de cheques con dinero del erario, y menos aún la
diputada Regalado quien tenía el antecedente de haberse desgañitado a los 4
vientos desde el año anterior acusando al entonces titular de la PDH de
disponer del presupuesto de manera indebida, siendo que la gran diferencia en
ambos casos es que en tanto el primero constituye un hecho dolosamente
delictivo, el segundo es una irregularidad administrativa carente de dolo;
entonces, ¿por qué abstenerse de preguntar con la misma enjundia y pasión de
entonces? ¿Será, acaso, porque es un militante de su partido y hermano del
titular de la SSPE? Se nota que la congruencia, a más de la capacidad, no son
sus virtudes.
Así pues, quedan
evidenciados los diputados pasivos y complacientes que son corresponsables de
la grave mediocridad que prevalece en materia de seguridad y justicia en Baja
California, y que sólo buscan conservar favores, canonjías y privilegios.
Comparecencias como
las que acaban de transcurrir son realmente innecesarias. Están aún los
diputados, en la posibilidad de cambiar el formato para que la ciudadanía –sus
representados- no se queden sin respuestas y con mayores dudas en materia de
seguridad y justicia. Invitar a colegios de profesionales –no de grillos-,
organizaciones civiles, cámaras empresariales, instituciones reconocidas de
educación superior incluyendo el Colegio de la Frontera –entre otras más-, pero
no como simples oyentes sino con posibilidad de diálogo, réplica y
contrarréplica, permitirá, entonces, hacer una glosa de los informes de
gobierno –aun de los informes mudos, como el reciente de Kiko Vega- a
satisfacción plena de los bajacalifornianos.
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