Por.-
Alfredo Calva
La guerra de los parquímetros……..…..
La batalla registrada entre los residentes de las zona turística
rosaritenses y el edil Máx García, por la pretensión del regidor de querer
instalar parquímetros en esa área, al parecer ha concluido, con la reciente
declaración del alcalde Silvano Abarca, en el sentido de que en su
administración no se instalará ningún parquímetro.
Esta lucha no es reciente, en octubre del año pasado, el regidor del PRD,
Máx García, intento por primera ocasión subir la propuesta de instalación de
parquímetros en la zona turística de Rosarito, al cabildo para su aprobación y
entrega directa a la empresa Invertran, sin embargo, los comerciantes y
residentes de la zona se opusieron y lograron que el tema se desechara.
Pero el gracias o no hizo desistir a Máx García , quien solo espero que
transcurrieron los tiempos electorales para ir de nueva cuenta a la carga, lo
que obviamente género la reacción similar de los ciudadanos a la primera
ocasión.
La
ambición de Máx
García, lo hace perder la compostura y ya no le importa cuidar las formas y
métodos para lograr su objetivo, es por ello que, de nueva cuenta revivió el asunto de la colocación de parquímetros.
Para
lograr su objetivo, señalan sus cercanos, pacto con sus correligionarios en el cuerpo
colegiado, un intercambio de votos, su anuencia a favor para la recuperación de 34
autorizaciones de placas de taxis que ya habían sido dadas de baja y que se
repartieron como botín de guerra los integrantes del cabildo, a cambio de que
le sufraguen favorablemente su robo en despoblado a los rosaritenses a través
de la instalación de parquímetros en la zona turística.
Acuerdo que ya no le podrán cumplir sus compañeros ediles, tomando como
base lo expresado por el alcalde Silvano Abarca, bueno, si no resulta como ha
sucedido con frecuencia, que la declaración de Abarca sea otra de sus
acostumbradas imposturas.
La desesperación
del regidor por obtener tajada del asunto, lo hizo olvidar de que existe un juicio entre el gobierno
municipal y una empresa a la que le fue concesionado la colocación de
estacionometros en esa zona en la administración de Antonio Macías y que fue
ratificada en el gobierno de Hugo Torres, pero con el gobierno de Javier
Robles, al intentar colocar los aparatos, los comerciantes y ciudadanos que radican en la zona turística
se lo impidieron y la empresa afectada recurrió a los tribunales a demandar una
pago por la afectación que se le generó , litigio que aún no causa estado.
Pero además Máx García, pretendía adjudicar de manera directa la concesión a Invertran, era su compromiso, por lo que esperaba sustanciales agradecimientos de
parte de ellos, ya que el tiempo en que los dueños de la empresa explotarán la
vía pública rosaritenses es por 19 años, por lo tanto, el edil espera y confía
en que serán muy generosos al mostrarle su agradecimiento.
La
confrontación al parecer tiene ya un vencedor, el Comité Ciudadano en contra de la Instalación de
los Parquímetros que preside la señora Verónica Moya, quienes en todo
momento estuvieron en pie de lucha para evitar la aprobación y posterior
colocación de los aparatos, sumando a este esfuerzo a la alcaldesa electa, Mira
Rincón Gallardo, para unidos, impedir un acto de soberbia política y de ambición personal cobijada
con la colusión de un cabildo sumergido en la corrupción, cuyos integrantes que
fueron electos para velar por los intereses de quienes les pagan, solo miraron
y cuidaron sus asuntos personales y familiares.
Y mientras tanto………..
Que alguien le explique al alcalde rosaritenses, Silvano Abarca Macklis,
que con una asistencia a la ceremonia de bienvenida al arzobispo Francisco
Moreno, no es suficiente para que se esfume la promiscuidad y la barbajanería.
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