jueves, 18 de agosto de 2016

Expediente Político

Por.- Alfredo Calva


La guerra de los parquímetros……..…..

La batalla registrada entre los residentes de las zona turística rosaritenses y el edil Máx García, por la pretensión del regidor de querer instalar parquímetros en esa área, al parecer ha concluido, con la reciente declaración del alcalde Silvano Abarca, en el sentido de que en su administración no se instalará ningún parquímetro.

Esta lucha no es reciente, en octubre del año pasado, el regidor del PRD, Máx García, intento por primera ocasión subir la propuesta de instalación de parquímetros en la zona turística de Rosarito, al cabildo para su aprobación y entrega directa a la empresa Invertran, sin embargo, los comerciantes y residentes de la zona se opusieron y lograron que el tema se desechara.


Pero el gracias o no hizo desistir a Máx García , quien solo espero que transcurrieron los tiempos electorales para ir de nueva cuenta a la carga, lo que obviamente género la reacción similar de los ciudadanos a la primera ocasión.
 La ambición de Máx García, lo hace perder la compostura y ya no le importa cuidar las formas y métodos para lograr su objetivo, es por ello que, de nueva  cuenta revivió el asunto de la colocación de parquímetros.


Para lograr su objetivo, señalan sus cercanos, pacto con sus correligionarios en el cuerpo colegiado, un intercambio de votos, su anuencia a favor para la recuperación de 34 autorizaciones de placas de taxis que ya habían sido dadas de baja y que se repartieron como botín de guerra los integrantes del cabildo, a cambio de que le sufraguen favorablemente su robo en despoblado a los rosaritenses a través de la instalación de parquímetros en la zona turística.

Acuerdo que ya no le podrán cumplir sus compañeros ediles, tomando como base lo expresado por el alcalde Silvano Abarca, bueno, si no resulta como ha sucedido con frecuencia, que la declaración de Abarca sea otra de sus acostumbradas imposturas.

La desesperación del regidor por obtener tajada del asunto, lo hizo olvidar de que existe un juicio entre el gobierno municipal y una empresa a la que le fue concesionado la colocación de estacionometros en esa zona en la administración de Antonio Macías y que fue ratificada en el gobierno de Hugo Torres, pero con el gobierno de Javier Robles, al intentar colocar los aparatos, los comerciantes y  ciudadanos que radican en la zona turística se lo impidieron y la empresa afectada recurrió a los tribunales a demandar una pago por la afectación que se le generó , litigio que aún no causa estado.

Pero además Máx García, pretendía adjudicar de manera directa la concesión a Invertran, era su compromiso,  por lo que esperaba sustanciales agradecimientos de parte de ellos, ya que el tiempo en que los dueños de la empresa explotarán la vía pública rosaritenses es por 19 años, por lo tanto, el edil espera y confía en que serán muy generosos al mostrarle su agradecimiento.

La confrontación al parecer tiene ya un vencedor, el Comité Ciudadano en contra de la Instalación de los Parquímetros que preside la señora Verónica Moya, quienes en todo momento estuvieron en pie de lucha para evitar la aprobación y posterior colocación de los aparatos, sumando a este esfuerzo a la alcaldesa electa, Mira Rincón Gallardo, para unidos, impedir un acto de soberbia política y de ambición personal cobijada con la colusión de un cabildo sumergido en la corrupción, cuyos integrantes que fueron electos para velar por los intereses de quienes les pagan, solo miraron y cuidaron sus asuntos personales y familiares.

Solo resta que la declaración del alcalde Silvano Abarca resulte una verdad, y que la pretensión del regidor perredista Máx García, solo desemboque en una ilusión frustrada para el edil y un mal rato para los integrantes del Comité Ciudadano en contra de la Instalación de los parquímetros.

Y mientras tanto………..

Que alguien le explique al alcalde rosaritenses, Silvano Abarca Macklis, que con una asistencia a la ceremonia de bienvenida al arzobispo Francisco Moreno, no es suficiente para que se esfume la promiscuidad y la barbajanería.




No hay comentarios: