Por Miguel
Rojas Salazar
No solo no
es periodista, solo es dueño de un libelo, de un bodrio de línea amarillista
que ni siquiera el titulo fue producto de su “proyecto” o imaginación, pues Séptimo día “el semanario” que sostiene
de “chayotes” así lo adquirió y registro no en la SEP, sino como todo analfabeta
solo con dinero le “alcanzo” para “comercializarlo” como empresa ante un
fedatario y bajo un titulo registrado en propiedad y comercio.