Por.-
Alfredo Calva
Malestar…..……..
En una entrega anterior, en este espacio señalé que el gobernador,
Francisco Vega de la Madrid, había trabajado arduamente para encontrar su cueva
del tesoro, al igual que lo hizo, Alí Babá, y que lo logró gracias al esfuerzo
realizado, pero en especial, al dinero invertido en el proceso.
Cumpliéndose así, el gran
anhelo del gobernador,
y se debe de reconocer que trabajó arduo para conseguirlo, empleó decenas de
millones de pesos de las arcas bajo su administración para ello, fueron meses
de mucha tensión, existieron momentos hasta de frustración, sin embargo, todo
quedó atrás y la satisfacción y el sosiego arribaron para quedarse para el
resto de su gobierno, al conseguir como Alí Babá, su cueva de tesoros.
Porque al igual que el personaje de la
fábula Persa, Ali Babá, se
consiguió una cueva en la que cuarenta ladrones guardaban sus tesoros, de la
misma forma Kiko Vega, buscó
y trabajó para conseguir su cueva
de tesoros y lo logró al obtener el pasado cinco de junio 13 de las 17 diputaciones de mayoría con
las que se cuentan en el congreso local, que se encuentra integrado por 25
legisladores, 17 de mayoría y el resto de los llamados plurinominales.
Es
decir, el gobernador y su partido, el PAN, obtuvieron una mayoría simple en lo
que será la XXII legislatura, y eso es fundamentalmente lo que buscó y por lo
que trabajó el titular del ejecutivo, tener el control del congreso, porque qué mejores tesoros puede encontrar
que la aprobación de todas sus
cuentas públicas de forma impoluta, a partir de la del presente año, hasta su salida
de la administración en el 2019. Mejor, imposible.
Para
conseguir su objetivo, invirtió decenas de millones de pesos del erario para la
compra de votos, fue a los candidatos a las diputaciones a quienes se les dió prioridad con la inyección de
recursos a través de sus dos brazos operadores Loreto Quintero y Antonio
Valladolid, Oficial Mayor y Secretario de Finanzas, respectivamente, obviamente
sin descuidar a los abanderados a las alcaldías, de las cuales consiguió tres
(salvo que diga lo contrario el TRIFE) de las cinco existentes, como un premio
adicional a su dedicación, esfuerzo e inversión.
Ahora
sí, a partir de ya y con
total relajamiento y tranquilidad, el gobernador podrá saquear las arcas, hacer
negocios y viáticos
por el mundo sin que el poder legislativo y su órgano de vigilancia, el Orfis
(Órgano de Fiscalización), le digan o le critiquen alguna situación, porque al
arribar la nueva legislatura el próximo primero de octubre, los diputados por
tradición se reparten los cargos administrativos y operativos que existen en el
poder legislativo entre ellos, y por supuesto los prianistas se quedarán con la mayor cantidad y los
mejores, entre ellos el órgano de fiscalización.
Lo
que vendrá a ratificar la certificación que ya viene realizando de todas sus trapacerías el órgano interno de
control de su gobierno, la Contraloría, ente en el que colocó a uno de sus
mejores serviles, Bladimiro Hernández Díaz, quien está ahí para proteger a su
jefe y coludidos, citando un ejemplo, Saúl Castro, quien se ha hecho millonario
al frente del deporte en el estado y que es herencia de las dos últimas
administraciones estatales y además fue su subordinado cuando fue alcalde de
Tijuana.
Tres
años de Hidalgo y casi con impunidad plena.
Sólo,
que la federación fiscalice las obras que están reportadas como realizadas, y
los recursos entregados para su ejecución hayan sido aplicados correctamente.
Y
mientras tanto……………
Donde quedaron los más de 112 millones de pesos, que el gobierno
del estado desaparecieron, emulando al gran mago, David Coperfield, y que la
administración federal investiga su paradero a través de la entidad procuradora
de justicia, la PGR, que titula Arely Gómez. Dinero que fue enviado para tres
rubros fundamentales para el desarrollo comunitario, Educación, Salud y
Seguridad.
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