Cero Grados.-A estas alturas nadie niega el gran impacto
mediático que ha tenido Meghan Markle como miembro de la familia real.
El nombre de la duquesa de Sussex se ha convertido en tiempo
récord en una marca que reporta ganancias y admiradores ilimitados para los
Windsor.
Sin embargo, la casa real está muy preocupada por los gastos
en los que ha incurrido la ex actriz.
Desde el anuncio del compromiso (noviembre 2017) a la fecha,
Meghan ha gastado ya poco más del millón de dólares, lo que muchos británicos
consideran un total “despilfarro”, así lo publicó el Daily Mail.
Es decir 10 veces más
de lo que gasta Kate Middleton siendo que ella tiene más rango al ser esposa
del futuro rey de Inglaterra.
Aunque la reina Isabel II ha recibido muy bien a Meghan e
incluso tienen muchas cosas en común como el amor por los animales, no está de
acuerdo con que incurra en estos gastos.
Se sabe que la soberana inglesa, y algunos miembros de su
familia, como su propia hija la princesa Ana, son mujeres muy austeras que
repiten vestido.
Por ejemplo, la propia Ana sigue llevando su famoso abrigo
color crema que estrenó en 1980 y ha usado hasta en 10 ocasiones.
La última vez que se le vio con él fue en marzo de este año.
Todo un récord! Ya hay chistes en el Reino Unido sobre esta
prenda.
Mientras tanto, Meghan en una mañana del mes de septiembre
se gastó, en sólo unas horas, 25 mil dólares en ropa y accesorios, según
reportó The Sun.
En su última gira por Australia, Nueva Zelanda y Fiji, la
duquesa de Sussex tuvo 36 actos oficiales para los cuales lució igual número de
outfits; algunos llegaron a costar de 13 mil a 15 mil dólares cada uno.
En los eventos más
informales lució jeans y una camiseta con blazer a juego que llegaron a costar
3 mil 600 dólares.
Para ese tipo de
actos Kate Middleton llega a usar jeans de Zara y conjuntos que no superan los
400 dólares.
Por si fuera poco el hecho de que asista a un evento
benéfico con prendas que rebasan esas cantidades es hasta ofensivo para estas
instituciones, de ahí la importancia de seguir cierto protocolo.
Y es que ser un icono de moda a nivel internacional claro
que cuesta pero la duquesa de Cambridge también lo es y gasta una décima parte
que la duquesa de Sussex.
Para una royal la presencia lo es todo, tiene que ir
perfecta las 24 horas del día y tomando en cuenta que su vestimenta habla tanto
de ella como de la casa real que representa, claro que en Palacio se lo toman
muy en serio.
Por lo general tienen stylist que las asesora y elige con
mucho cuidado cada outfit que llevarán en sus eventos oficiales.
No sin antes haber
recibido lecciones de protocolo.
Y justo ahí parece
radicar el problema de Meghan.
Mientras la stylist de Kate Middleton es Natasha Archer, una
joven inglesa experta en moda que ya había trabajado antes para el palacio de
Kensington y es conocedora no sólo de la familia real sino de la cultura de
aquel país, y de sus costumbres, la stylist de Meghan es su amiga Jessica
Mulroney, una conocida stylist canadiense que ha vestido a Sophie Trudeau,
esposa del primer ministro Justin Trudeau.
Está acostumbrada a trabajar con gente que puede caer en los
excesos sin tener que darle cuentas a nadie como no sucede con un miembro real
que sí tiene que rendir cuentas a sus súbditos y gobierno.
Además Jessica elige en su mayoría marcas canadienses, de
donde es, y estadounidenses.
Todo un sacrilegio para los ingleses que esperan que Meghan
sea promotora de la moda británica como lo ha hecho Kate, que ha puesto en el
mapa internacional a firmas como Temperley London (que ya usan otras royals
suecas y danesas) o Alexander McQueen que, tras la muerte del diseñador muchos
pensaban que sería el fin de la marca y un año después Kate coronó la firma
llevando su vestido de novia y otros modelos hasta el día de hoy.
Con ello Kate también ayuda a la generación de empleos y a
una derrama económica importante en Inglaterra, un escenario muy diferente al
de Meghan.
Preocupación en Palacio
Los gastos de sus dos nueras, Kate y Meghan, corren a cargo
del príncipe Carlos que tiene cuentas asignadas a sus dos hijos dentro de los
que están los rubros de “gastos de representación” que sin duda hoy muestran
gran diferencia la una de la otra.
Actualmente sabemos que Meghan es la nuera consentida del
príncipe Carlos y que incluso Camila le ha regalado costosas joyas a Markle
cuyo precio supera las cinco cifras pero la presión de la opinión pública es
mucho mayor ahora para la ex actriz.
Quizá la justificación sea que apenas Meghan se está
haciendo de su propio armario y de algunas piezas que empezará a reciclar.
Esto se verá el
próximo año, 2019, cuando comprobaremos si esto sucederá o simplemente estamos
frente a una royal adicta a las compras. ¡Corren apuestas!
Fuente: http://www.clase.in
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