Rosarito Informa.-Considerada como una de las enfermedades bacterianas más frecuentes en la edad infantil, las infecciones en las vías urinarias son más comunes en las niñas, especialmente alrededor de los tres años cuando empiezan con la educación de los esfínteres.
Elvia Olivera Martínez directora de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ensenada, aseguró que el manejo del padecimiento depende de la especificidad de los síntomas y signos que presentan.
Señaló que las infecciones pueden ocurrir cuando las bacterias encuentran el camino hacia la vejiga o los riñones, ya que se ubican en la piel alrededor del ano o algunas veces en la vagina.
Explicó que hay ciertos factores que facilitan la entrada o permanencia de bacterias a las vías urinarias, tales como no orinar con la suficiente frecuencia durante el día, limpiarse de atrás hacia adelante después de ir al baño, reflujo versicoureteral, enfermedades del sistema nervioso, prendas de vestir demasiado estrechas y cambios o anomalías congénitas.
Los síntomas varían de acuerdo con la edad; en los recién nacidos –vómito, fiebre arriba de 38°C y falla al crecimiento-, lactantes, preescolares y escolares –orina fétida, diarrea, dolor abdominal y de espalda, ardor al orinar, incontinencia urinaria, incremento en la frecuencia, escalofríos y disuria-.
Olivera Martínez advirtió que se debe acudir al médico si después del tratamiento el menor continúa con la infección o registra nuevos síntomas: orina con sangre, fiebre persistente, vómitos y micción inusualmente frecuente o durante la noche. Dijo que en la mayoría de los niños se cura con el tratamiento apropiado. Sin embargo, estas infecciones generalmente se pueden prevenir.
En cuanto medidas para evitarla, destacó alimentación al seno materno, darle a tomar cantidades adecuadas de agua, evitar bebidas gaseosas o irritantes, tener acceso inmediato a sanitarios limpios sin retrasar la micción y hacer una evaluación si es menor de un año para definir si requiere de circuncisión. Dijo que en la prevención secundaria se deben identificar factores de riesgo –como detección de alteraciones anatómicas o funcionales en quienes se compruebe la infección de vías urinarias-, concluyó.
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