Las malas
relaciones de seguridad pública
Por: Javy
Malacara
La
dirección de seguridad pública, Playas de Rosarito, no ha sabido salvaguardar a
los ciudadanos, venimos viendo un crimen tras otro; tal parece que vivimos en
un pueblo sin ley.
Increíblemente
en el Rosarito en el que habita tanto el presidente municipal, Silvano
Abarca Macklis y su director de
seguridad pública, Joaquín Olea López es el lugar de nunca jamas, así es, el lugar donde jamás pasa un asesinato, donde
no hay un robo de vehículo, donde no hay un asalto a mano armada, donde no
existe el crimen organizado y el crimen simple.
Sin embargo,
el
Rosarito el lugar en el que
habita, hay asesinatos, robos a casa de
habitación, el robo de vehículo, hay asalto a mano armada, ese es el verdadero
Rosarito, ese es el Rosarito en el que vivimos día a día y que nuestras autoridades
no la ven por ningún lado; se dedican solo a decir que se están matando entre
ellos, que era un malandro, que era un triángulo amoroso, pero verdaderamente
es lo que está lacerando a este bello municipio, quedó atrás aquella tranquilidad y paz por lo
que los residentes extranjeros en vía de jubilación buscaron terminar sus días de
descanso aquí.
Por parte
de la autoridad vemos una ausencia de liderazgo, vemos el ocultamiento de datos
duros para que los ciudadanos no se enteren, recorte de partes policiacos,
donde se puede apreciar que algunos empleados de esta administración ha
quebrantado la ley y utilizan el tráfico de influencias para evadir el castigo
y con el beneficio de que no se publique nada, otorgándoles inmunidad por parte
de la ley.
Sin embargo
no vemos que el barco de Playas de Rosarito vaya a salir adelante, el hecho es
que entonces los mandos policiacos no cumplieron con algunos tratos que
hicieron, así lo señala una Narcomanta que apareció en días pasados sobre el
puente peatonal que se encuentra en la autopista Tijuana-Ensenada, a la altura
del almacén de la lechería Jersey.
Lo que más
podemos resaltar de la dirección de seguridad pública municipal de Rosarito, es
que es un mundo de mentiras, Joaquín Olea y sus huestes se han dedicado a mal informar
a la ciudadanía del trabajo que han
venido desempeñando, los cursos que son dados en el municipio presuntamente por
los mismos policías para así cobrar el dinero del SUBSEMUN.
Lo que
queda claro es que tanto la dirección de seguridad pública, como toda la
administración del VI ayuntamiento de
Playas de Rosarito, llevan una muy mala relación con la verdad.
Les digo mis
queridos lectores que estos empleados de usted y míos, se sienten bien Gallos y
terminan siendo unos Grillos, que sólo les gusta cobrar y no hacer lo que deben...
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