Rosarito Informa.-Al precisar que el consumo moderado de alcohol no es peligroso, el doctor José Luis García Arcadia, director del Hospital General Subzona (HGSZ) número 6 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tecate, destacó que se vuelve un riesgo para la salud cuando el hábito de su consumo frecuente y en exceso, ya que esto puede provocar afecciones serias a la salud.
Advirtió asimismo, que el alcoholismo es un grave problema de salud pública que afecta principalmente a la población joven, provocando consecuencias negativas en su salud y consecuencias negativas en las relaciones familiares y sociales; lo que eventualmente ocasiona bajo rendimiento laboral, deserción escolar, accidentes viales, actos violentos y delictivos.
La dependencia a ingerir bebidas alcohólicas se caracteriza por su continuidad a pesar de que la persona está consciente de que su consumo desencadena problemas y pone en peligro tanto su integridad y la de otras personas.
En niveles bajos, sus principales efectos son la excitación por alcohol, euforia y desinhibición; sus efectos tóxicos se presentan en varios órganos y sistemas del cuerpo.
Los principales síntomas de una intoxicación por alcohol son: los cambios psicológicos y en el comportamiento así como en la falta de adaptabilidad, lenguaje poco claro, falta de coordinación motriz, deterioro de la atención y la memoria, hipoglucemia y desequilibrio hidroelectrolítico.
A nivel gastrointestinal ocasiona náuseas, vómito y dolor abdominal, que en los alcohólicos crónicos, se traduce a esofagitis, gastritis, úlcera péptica, pancreatitis, hepatitis o cirrosis hepática.
El mayor daño es al hígado, pero en consecuencia hay otros órganos que también se afectan; muchas veces el paciente presenta estados agresivos debido a que ya hay daño a nivel cerebral a consecuencia de que existen sustancias que se tienen que metabolizar y cuando no sucede, llegan directamente al cerebro y lo intoxican -el hígado es el encargado de metabolizar las sustancias toxicas.
Resaltó que el alcoholismo puede desencadenar también miocardiopatía, arritmias, depresión de la médula ósea, trombocitopenia, anemia y deficiencia de la vitamina B. Además, alucinosis alcohólica, desorden bipolar, trastornos de personalidad, incremento de ideas suicidas y cuando es consumido durante el embarazo, se presenta el síndrome de alcoholismo fetal.
Finalmente, el director del HGSZ número 6 alertó que tras el alcoholismo, la tendencia a padecer cirrosis hepática es muy frecuente e irreversible, por lo que recomienda a los pacientes y a sus familiares solicitar atención multidisciplinaria con la finalidad de atender oportunamente el problema.
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