“Es
de gran importancia que nos sumemos a la cultura del autocuidado, por
ello al menos una vez al año debemos acudir al médico y efectuarnos
exámenes de la sangre para conocer si somos portadores del virus de esta
infección crónica; con una detección oportuna podemos iniciar su
tratamiento y limitar el daño, dado que la enfermedad puede evolucionar
en cirrosis o cáncer”, dijo.
Informó
que ISSSTECALI ha implementado la instalación de módulos de detecciones
oportunas de la Hepatitis “C” en las diferentes clínicas, hospitales y
jornadas itinerantes para personas con factores de riesgo para buscar
este virus en su sangre.
Desde
que inició esta campaña de detección oportuna se han realizado más de
500 tamizajes (pruebas rápidas) a derechohabientes con factores de
riesgo.
Durante
2011 en Baja California se detectaron 48 casos nuevos de la enfermedad
entre derechohabientes de ISSSTECALI, cuyas edades superaban los 30 años
de edad. En promedio cada año el Instituto reporta alrededor de 30
casos nuevos.
Recordó
que el virus que causa la Hepatitis “C” se encuentra entre los que con
más frecuencia infectan el hígado; suele transmitirse por exposición a
sangre infectada a través de transfusiones o productos sanguíneos y
trasplantes de órganos, inyecciones administradas con jeringas
contaminadas, lesiones por material punzocortante, drogas inyectables.
Asimismo,
la Jefa de la Unidad de Epidemiología aseguró que las madres infectadas
por el virus de la Hepatitis “C” pueden transmitirlo a sus hijos
durante el parto.
Enfatizó
que el virus NO se transmite por la leche materna, los alimentos ni el
agua, ni por contactos casuales como los abrazos, los besos o el hecho
de compartir alimentos o bebidas con personas infectadas.
Pon
Méndez recalcó que la gran mayoría de los casos no padecen ningún
síntoma, y cuando aparecen son síntomas generales como fiebre, malestar
general, cansancio, nauseas, vómitos, pérdida del apetito, entre otros.
Al
no existir vacuna para prevenir esta infección, es importante reconocer
a personas con factores de riesgo de contraer la enfermedad. Entre
éstos tenemos:
- Pacientes hemofílicos (enfermedad de la sangre que requiere transfusiones)
- Usuario de drogas intravenosas
- Personas que gustan de hacerse tatuajes y/o piercing (perforaciones en el cuerpo).
- Práctica de sexo sin protección.
- Trasplante de órganos.
- Compartir objetos de aseo personal como máquinas de afeitar, cortaúñas, cepillos de dientes, etc.
Cabe
señalar que el Instituto otorga a todos los derechohabientes infectados
con dicho virus el tratamiento adecuado a efecto de aminorar el impacto
negativo que la enfermedad pueda causar.
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