María
Guadalupe López Benavides, cuenta con 16 años, reside en la colonia
Constitución y se gana la vida vendiendo dulces todos los días a las
afueras de la casa municipal y los alrededores de los comercios ubicados
en las inmediaciones del Hospital general y del centro de gobierno.
El
Ayuntamiento de Rosarito, a través del Sistema para el Desarrollo
Integral de la Familia (DIF) Rosarito, hace un esfuerzo por servir a la
gente que más lo necesita y con el apoyo invaluable de la comunidad.
Lupita
ya ha sido atendida con antelación por la Unidad Básica de
Rehabilitación que tiene DIF en el poblado Primo Tapia, debido al
padecimiento motriz que presenta, comentó el director de la
paramunicipal.
El
Licenciado Jorge Crosthwaite Reyes explicó que debido a que se le
dificulta desplazarse a distintos sitios y subir pendientes con la silla
de ruedas manual que hasta el día de hoy había utilizado, se buscó la
manera de encontrar para Lupita una silla de ruedas eléctrica.
El
director de DIF Rosarito agradeció la participación de ciudadanos
rosaritenses y residentes extranjeros que contribuyen con la
paramunicipal para que se haga posible diversas acciones tendientes a
mejorar la calidad de vida de las personas con capacidades distintas.
En
la Unidad Básica de Rehabilitación asentada en Primo Tapia se da
atención a personas que presentan dificultades motrices y síndrome Down,
entre otros padecimientos y es además donde se les brindan las
distintas terapias.
Al
recibir su nueva silla de ruedas de manos del alcalde Javier Robles
Aguirre, Lupita externó su felicidad. “Estoy contenta porque gracias al
alcalde y al DIF ya tengo mi silla y me va a servir mucho porque me
permitirá valerme por mí misma”, dijo.
Este, agregó la adolescente de 16 años de edad, “es el gran regalo que he esperado toda mi vida”.
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