Por: Miguel Rojas Salazar
Sin ser una ¨organización¨ delictiva, ni pertenecer a un grupo criminal determinado, familias Mexicanas que requieren del traslado de un familiar ¨deportado sin vida¨ prefieren cruzar de manera ilegal un cadáver de Estados Unidos a México, antes que someterse al laberinto burocrático y protocolización entre autoridades migratorias y consulares. La diferencia es ahorrarse entre 3 mil dólares y hasta un mes por la autorización legal para trasladar a un occiso a suelo Mexicano.